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Los grandes anuncios luminosos son parte de la vida de Nueva York como los taxis amarillos y el puente de Brooklyn.
El epicentro turístico de la ciudad, Times Square, es famoso por sus enormes pantallas de video, anuncios y brillantes luces blancas que, de hecho, convierten la noche en día.
Algunos neoyorquinos, sin embargo, ya están hartos.
El concejal Alan Gerson, que representa a la mayor parte del bajo Manhattan, ha redactado un nuevo proyecto de ley que, de aprobarse, restringirá lo que él considera como una excesiva iluminación nocturna.
Según Gerson, muchos de los electores de su circunscripción se quejan frecuentemente de las luces que afectan sus horas de sueño.
Uno de los proyectos de ley que han sido redactados hará que sea obligatorio que los anuncios lumínicos tengan escudos que dirijan la luz hacia la calle.
Sin embargo, hay otros factores a tener en cuenta, además de las molestias a los habitantes de la ciudad.
"Es bueno para la calidad de vida, para las finanzas de la ciudad y para el medio ambiente", asegura Gerson golpeando con entusiasmo su escritorio.
Verde
El concejal señala que la iniciativa jugará un importante papel en la campaña de la alcaldía para reducir los gastos de energía y hacer más "verde" la ciudad.
Quieren que sea obligatorio que los anuncios lumínicos tengan escudos que dirijan la luz hacia la calle. |
Hacer obligatoria la instalación de luces detectoras de movimiento en los edificios públicos y en los rascacielos, nos dice, ahorrará a la economía millones de dólares a largo plazo.
Gerson está convencido de que no se afectará el panorama característico de la ciudad.
"Estas leyes conservarán el panorama de la ciudad porque lo que sucede ahora es que las luces lo desvirtúan", añade.
Una neoyorquina con una vista perfecta de la Gran Manzana de noche es la vendedora jubilada de objetos de arte Susan Harder, quien es una enérgica partidaria del concejal Gerson y preside en Nueva York de la Asociación Internacional para un Cielo Oscuro (International Dark Sky Association, en inglés), un grupo que aboga para que los habitantes de las grandes ciudades puedan tener acceso a cielos estrellados como en el pasado.
Su apartamento, que compró recientemente en el piso 22 de un edificio frente a la costa, tiene la vista de Nueva York con la que muchos sólo pueden soñar.
Contaminación
Sin embargo, cuando Harder mira hacia afuera de noche y ve estadios deportivos iluminados con luces cegadoras, suspira con irritación.
Es como el movimiento para proteger nuestros suministros de agua hace 20 años Susan Harder |
"Es como el movimiento para proteger nuestros suministros de agua hace 20 años", dice.
Y agrega, "Contaminación del agua, contaminación del aire, esta contaminación de la luz es algo que está comenzando".
Susan Harder rechaza la idea de que ella y otros entusiastas de la iniciativa del concejal Gerson pertenezcan a una élite opuesta al progreso tecnológico, que desconfía de la capacidad de ciudadanos y comerciantes para administrar sus propios asuntos.
Cuando se trata de luces, los neoyorquinos pueden salirse con la suya, afirma. Lo único que hace falta es apagar algunas.
"Es tan fácil, tan económico", añade con una aguda mirada.
Cuando recorrimos de noche la concurrida calle Houston para recoger puntos de vista sobre las brillantes luces de los anuncios y de las cercanas obras viales, las opiniones fueron variadas.
Algunos jóvenes dijeron que fueron las luces las que los trajeron a la ciudad en primer lugar.
"Me gustan mucho. Las zonas bien alumbradas hacen más segura a la ciudad porque viene más gente a la calle", afirmó una mujer.
"Ciertamente evito ir a áreas más oscuras de noche", señaló su acompañante, masticando palomitas de maíz en la acera después de salir del cine.
Luz blanca
Hay un motivo real para usar la luz blanca en una forma dramática si usted se encuentra en una ciudad que, como Nueva York, tenía reputación de peligrosa Dan Biederman |
Hasta ahora no hay prueba de una campaña organizada contra las nuevas propuestas para disminuir el número de luces pero algunas personalidades de la ciudad han expresado ya su escepticismo.
Uno de los sistemas de alumbrado públicos criticados por los integrantes de la Asociación para un Cielo Oscuro es el de la calle 34, en el centro de la ciudad, donde se encuentra la gigantesca tienda Macy's.
El presidente de la organización responsable por su instalación, Dan Biederman, le dijo a la BBC que está dispuesto a hacer cambios pero estos, señaló, tienen que ser realistas.
"Hay un motivo real para usar la luz blanca en una forma dramática si usted se encuentra en una ciudad que, como Nueva York, tenía reputación de peligrosa", afirma.
En medio de la crisis de Wall Street y del declive de la economía, los entusiastas de los cielos oscuros probablemente deberán esperar para recibir un mayor apoyo de la población.
Aunque la administración de la ciudad a cargo del alcalde Michael Bloomberg no se ha pronunciado sobre posibles nuevas leyes, es probable que cualquier medida que implique un aumento del presupuesto tenga que esperar.
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