Los líderes europeos reunidos este miércoles en Bruselas hicieron un llamado para que haya una supervisión más estricta del sistema financiero internacional para evitar otra crisis global como la que tiene lugar actualmente.
Durante una reunión convocada originalmente para analizar el cambio climático, los 27 presidentes y jefes de Estado de la UE analizaron la conveniencia de los planes para rescatar a bancos en problemas inyectándoles miles de millones de dólares, una estrategia que ya algunos países adoptaron.
El Reino Unido, secundado por Alemania, propuso que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tuviera un papel más activo en la economía global, que incluyera un sistema de alerta rápida para prevenir otra crisis.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, sugirió que se restringieran severamente los hedge funds (fondos especulativos de alto riesgo que suelen estar exentos de regulaciones oficiales) y los centros de finanzas extraterritoriales.
Perjuicio a inocentes
En Nueva Delhi, los líderes de las tres principales naciones emergentes -Brasil, India y Sudáfrica-, renunidos en su tercera cumbre, también enviaron un mensaje.
"Somos víctimas de una crisis generada por los países ricos", dijo el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
"Es inaceptable que un grupo de especuladores conviertan al mundo en un casino gigante y nos digan cómo debemos gobernar", agregó.
Ni India, ni Brasil ni África estuvieron muy expuestos a las inversiones tóxicas que generaron esta crisis. No obstante, están sufriendo los efectos secundarios, como la falta de crédito, la caída del valor de las monedas, crecimiento lento y baja en los precios de materias primas.
Nuevamente abajo
Entre tanto, en los mercados de valores se registraron nuevas pérdidas, con los inversores concentrados en la posibilidad de que muchas de las economías desarrolladas entren en recesión.
En Nueva York, el índice industrial Dow Jones se desplomó un 7,87% y en Brasil el valor de las acciones se redujó en un 10%.
Francia pidió restricciones severas. |
Según el analista económico de la BBC Andrew Walker, la opinión predominante en los mercados es que se logró evitar una catástrofe financiera gracias a las medidas que los gobiernos de países ricos tomaron para reforzar sus bancos.
No obstante, la mayoría -y quizás todas- las economías desarrolladas enfrentan un futuro difícil.
El pronóstico del FMI de la semana pasada fue que varios de estos países entrarían en recesión o estarían al borde de ella hasta la segunda mitad del próximo año.
Eso minaría las ganancias de la mayoría de las compañías. Por eso, cuando los inversores dejaron de celebrar el rescate de los bancos y volcaron su atención a las perspectivas económicas, los precios de las acciones volvieron a caer.
Otra reunión
Por su parte, el grupo de los ocho países más industrializados planea llevar a cabo su propia cumbre.
Según los líderes del que se conoce como el G8, cumplirán juntos con su cometido de enfrentar la crisis y restaurar la confianza.
En Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, advirtió que se viene un período prolongado de penurias económicas, incluso si se recupera la confianza en los mercados financieros.
Aseguró, sin embargo, que su país había evitado cometer los mismos errores que se cometieron en la Gran Depresión de los años '30, al actuar agresivamente.
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