Las chicas sin novio se huelen a la distancia. Y si la ansiedad se les vuelve hambruna visible, pues que recen.
Cuando ni San Antonio destraba el ovillo de la soledad, mejor es prestar atención a esta lista de 12 pasos nada difíciles.
Ser realista. No esperar a Tom Cruise, si no se es Katie Holmes. Es decir, afinar la puntería también significa no "leer" amor o seducción donde no la hay. Hay hombres agradables, hombres seductores y hombres a quienes les gusta una mujer. Imperdonable no conocer la diferencia entre los tres.
"Los hombres sienten cuándo una mujer va detrás de su billetera", avisa un celestino en un medio norteamericano. "Lo que más se valora es la mujer necesite un corazón que la quiera, una naturaleza compatible, no un estilo o cosas", añade.
Ser más "mamita" que un "proyecto de madre". Los hombres que ven a la mujer como una madre potencial, de ellos o de sus posibles hijos, suelen asustarse un poco. "Tienen un radar para las que tienen hambre de bebés", dice la experta Christie Kelleher. Lo mejor, no hablar de niños.
Hacer de la cita una prioridad. Siempre estar preparado. En definitiva, aunque se mueven valores emocionales y sensoriales más que de la razón, no es descabellado pensar en la pareja como si se buscara al mejor para un puesto laboral. Estar siempre listo para la cita, sin excusas de ningún tipo, alimenta mucho más la adrenalina. Vestí ropas que te hagan sentir atractiva y pensá qué cosas hacen atractiva una conversación, también. "También es necesario cambiar las rutinas de uno. No uses el delivery para nada: siempre podés conocer a alguien en la rotisería", dijo otra especialista en amores.
Olvidarse del "ex". La palabra tiene que desterrarse de los labios. Más para las primeras citas. Recordar las siete plagas del antiguo novio no servirán de nada. La tranquilidad de que no se repita lo nefasto debe estar en uno y no ser un cartel para el candidato. Y si tu ex fue divino, tampoco servirá que digas que lo fue, pues bien mal te caería que el chico recitara lo linda y comprensiva y fresca que era su ex novia, ¿verdad?
Neuróticos, fuera. Para tener una linda relación de pareja hace falta sí o sí tener un cierto equilibrio emocional personal. De modo que el miedo a estar solo no debe ser parte de lo que te mueva a estar con esa persona, así como es igualmente malo estar con alguien que mira con la misma fruición a la botella de gin que a vos; o si es un mórbido depresivo; o un adorador de sí mismo. Enfermeras, no. Es más inteligente buscar a un hombre que no necesite que le curen las heridas.
Recordá tus maneras. Los hombres se fijan en ciertas cosas como que no se caiga encima la bebida, no se pasen de bebedoras o si se ponen rouge en la mesa. Tampoco suele gustarles que la mujer pida ver la cuenta. Un resumen de la mejor cita la da uno de estos celestinos profesionales, este caso, Emily Post: "Sé puntual, apagá tu celular, miralo a los ojos, no mires al suelo. No le preguntes demasiado sobre su trabajo. Dirá que querés su dinero".
Las similitudes llevan al éxito. No significa que tu chico deba ser tu clon, pero cuando se conoce a alguien, es mejor tener en común algunos valores básicos, dijo el autor de "Date... or Soul Mate?". En dos citas se debe poder sopesar, más o menos, que el dinero, la inteligencia, el estilo de vida y el sentido del humor sean compatibles, parecidos, similares. Ambos deberían estar de acuerdo en las ventajas y desventajas del matrimonio, las de tener bebés o sobre si vivir en la sierra, la ciudad o la playa, en un penthouse o una finca.
Presentale un desafío. "Dejá que el hombre sepa que gustás de él, pero no tomes su interés inicial como un signo para tirártele encima", avisa Kelleher. Además, apunta que tres citas no forman ninguna relación. No se discuten ciertas reglas, es decir, que se deben devolver sus llamados de buen talante. Pero sin armar la propia vida social alrededor de él, entonces dejarse los viernes libres para las amigas siempre será saludable. Tampoco presionarlo para que hable de lo que siente. Ese latiguillo femenino suele espantar más de lo que creern. Si bien ha llegado a tu vida, no es todo el guiso en ella.
Baja la guardia. Los hombres no gustan de que las mujeres no se dejen galantear. Les gusta abrirles la puerta y que se les note esa calidez femenina. Bajar la guardia, flexibilizar los labios y ser agradable no cuesta nada.
Sé una chica. Dejar la vida profesional a un costado es conveniente. Dejarlo elegir el vino y no elegir el traje del trabajo es lo mejor que pueden hacer las chicas. En definitiva, es una cita, no un match de box.
Mirá más allá de su físico. No quedes atontada por sus ojos o sus piernas. ¿Ese hombre merece ganar tu corazón? ¿Cómo es en sus relaciones? ¿Cómo trata a su madre? ¿Cómo es con sobrinos, primos o amigos? Y a no desesperar si no morís de amor por su cuerpo. Lo caliente puede aparecer cuando menos se imagina. A veces la simple atracción se vuelve un torbellino imparable.
Dejar que fluya. Los expertos avisan que, antes que nada, hay que querer comprometerse para estar en pareja. Si alguno de los dos siente que cualquier cosa los saca de quicio y les desbarajusta la vida, entonces los problemas comenzarán pronto. Lo mejor es partir de la humilde base de que se está solo y que quizás esta persona quiera estar un rato acompañándonos. Pensándolo así se vuelve más liviano y menos cargado de exigencias, las compuertas del disfrute, claro está.
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