Dos satélites chocaron en plena órbita, en lo que se considera el primer incidente de este tipo registrado de manera pública.
La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) informó que la colisión entre un satélite comercial estadounidense de comunicaciones y un satélite militar ruso fuera de servicio ocurrió a más de 800 kilómetros de altura, sobre Siberia, Rusia.
El choque ocurrió el martes.
Se indicó que los riesgos que puede representar este accidente para la Estación Espacial Internacional y para el lanzamiento de un transbordador -a fines de mes- parecen ser pocos.
EN ÓRBITA 6.000 satélites han sido lanzados desde 1957 3.000 permanecen en funcionamiento |
La pregunta ahora es si algunas de esas piezas pueden alcanzar la estación espacial, que orbita la tierra a unos 435 Km. por debajo del sitio de la colisión.
Según el diario Washington Post, un memo de la NASA indica que ese riesgo es "elevado", pero que los daños que puede causar son "muy pequeños y dentro de límites aceptables".
El Cosmos
El satélite ruso, de forma cilíndrica, tenía una masa de unos 800 kilos y era conocido como el Cosmos 2251. Había sido lanzado en junio de 1993 y fue declarado fuera de operaciones hace diez años.
El satélite estadounidense pertenecía a la empresa privada Iridium Satellite LLC y tenía la forma de una caja con alas. Pesaba 600 kilogramos y había sido puesto en órbita en 1997.
El impacto ocurrió a 800 kilómetros de altura sobre Siberia. |
Sin embargo, Wingfield dice que también puede ser que la agencia, que es civil, simplemente no sepa sobre este caso.
Nuestro corresponsal dice que es mucho más preocupante la opinión de un experto espacial ruso, quien dice que los restos de la colisión pueden chocar contra otros satélites, incluyendo algunos en desuso de la época de la Guerra Fría, los cuales eran movidos con energía nuclear.
Si eso ocurre, indicó el experto, podría formarse un cinturón de restos radiactivos que orbitarían la Tierra.
Miles de escombros
Por su parte, el corresponsal de la BBC en Florida, Andy Gallacher, indica que tras el impacto se produjo una gran nube de escombros.
Se sabe que decenas de miles de objetos son monitoreados rutinariamente en el espacio, pero cuando dos objetos impactan con tal fuerza, los restos del choque pueden destruir otros satélites, dijo Gallacher.
Se espera que la mayoría de las piezas sean consumidas por las altas temperaturas una vez desciendan a la atmósfera terrestre.
Según la NASA, unos 6.000 satélites han sido lanzados al espacio desde 1957, de los cuales 3.000 se mantienen en operación.
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