Para poder crear un sistema de alimentación global sostenible en el siglo XXI las naciones tendrán que lidiar con "cuestiones clave" como la biodiversidad, la energía, el agua o la urbanización, le dijo a la BBC Tim Lang, uno de los principales expertos en este campo.
Según el profesor Lang, quien forma parte del Consejo de la Alimentación creado recientemente por el gobierno británico, el actual sistema, diseñado en los años 40', está mostrando "fallas estructurales", como los "costes medioambientales astronómicos" que conlleva.
El nivel de cultivo de alimentos per cápita está cayendo, y tendremos enormes problemas en el futuro debido al crecimiento de la población mundial Profesor Tim Lang |
Lang explica que durante el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, los especialistas en alimentación y los gobiernos creyeron que el incremento de producción reduciría el precio de los alimentos, al mismo tempo que se mejoraría la dieta de la población y la salud pública.
"Pero a partir de los años 70' empezaron a surgir evidencias de que los beneficios para la salud pública no eran los esperados y apareció una nueva serie de problemas asociados con el medio ambiente", señala el profesor de la City University de Londres.
"30 años después el mundo se enfrenta a una situación todavía más compleja", advierte Lang.
"El nivel de cultivo de alimentos per cápita está cayendo, y tendremos enormes problemas en el futuro debido al crecimiento de la población mundial".
Elementos clave
La producción mundial de alimentos podría tener que doblarse para satisfacer la demanda. |
El profesor Lang señala los elementos que según él condicionarán a la futura producción de alimentos en el planeta:
- Petróleo y energía: "Tenemos una economía de los alimentos basada enteramente en el petróleo, en un momento en el que éste se está acabando. El impacto de la dependencia del petróleo es uno de los culpables de la volatilidad en los mercados mundiales de las materias primas alimentarias".
- Falta de agua: "Los gobiernos deberían empezar a auditar los alimentos en función del agua. En países como el Reino Unido un 50% de los vegetales son importados, una buena parte de ellos desde de naciones con falta de recursos hídricos".
- Biodiversidad: "La biodiversidad no tiene que ser sólo protegida, sino que debe de ser reemplazada y mejorada, lo que requerirá una manera muy diferente de cultivar alimentos y utilizar la tierra".
- Urbanización: "Probablemente el factor más importante en la esfera social. Ahora mucha más población vive en las ciudades que en el campo y es por ello que cabe preguntarse de dónde consiguen sus alimentos.
Según Lang, a la hora de decidir cómo alimentar a los 9.000 millones de habitantes que se calcula tendrá la tierra en 2050, la comunidad científica y los gobiernos se enfrentan a un importante dilema: ¿cómo puede funcionar un sistema de alimentación que esté en harmonía con el planeta y la biodiversidad? Amenazas
En 2050 se deberán producir alimentos para los 9.000 millones de habitantes que tendrá la tierra. |
En el Reino Unido recientemente se creó un consejo formado por especialitsas en politicas alimentarias para solucionar la creciente preocupación por la seguridad alimentaria y el incremento de los precios de los alimentos.
Según dijo la ministra de Medio Ambiente británica, Hilary Benn, el día de la presentación del consejo "la producción mundial de alimentos tendrá que doblarse para satisfacer la demanda".
Benn se mostró optimista al señalar que contamos con el conocimiento y la tecnología necesarias para conseguirlo, pese a que advirtió que "la tormenta perfecta creada por el cambio climático, la degradación medioambiental y la falta de petróleo y agua supone una gran amenaza".
Una vez sepa cultivar alimentos, querrá saber cómo cocinarlos. Y cocinar le introducirá en los principios básicos de la nutrición. De esta manera la comida formará de nuevo parte de nuestra cultura Raymond Blanc, cocinero |
Según el profesor Lang en el futuro "tendremos que crear la biodiversidad en jardines y campos, para luego alimentarnos de ella".
"Hemos de dejar de pensar que la biodiversidad es lo que se encuentra en los límites de nuestros campos y jardines", señala el especialista.
El reconocido cocinero francés y activista en materia de alimentación, Raymond Blanc, está de acuerdo con el profesor Lang, y cree que la gente debe cambiar la relación con los alimentos y la alimentación.
Blanc encabeza una campaña llamada "Cultive para su cena" (Dig for your dinner) con la que espera ayudar a que la gente se preocupe por cómo, cuándo y dónde se cultivan los alimentos.
"Cultura de la alimentación"
El número de personas que pasan hambre en el mundo aumentó en 2008 en 40 millones. |
"La cultura de la alimentación conlleva una serie de pasos. En cualquier espacio que se tenga en el patio de casa es posible crear un jardín fantástico que le ayudará a reconectarse con el valor real de la jardinería", afirma este cocinero.
"Y una vez sepa cultivar alimentos, querrá saber como cocinarlos. Y cocinar le introducirá en los principios básicos de la nutrición. De esta manera la comida formará de nuevo parte de nuestra cultura".
Según Blanc, el aumento del precio de los alimentos hará que en el futuro más y más gente cultive sus propios alimentos.
Además, Blanc espera que el sector de la alimentación empiece a desperdiciar menos.
"El desperdicio está en todas partes. Es inmoral lo que está sucediendo en el mundo de la alimentación. En Europa el 30% de los alimentos no llegan a los supermercados por tener una forma o un color extraño", señala el cocinero.
Blanc cree que ello se debe a que la gente elige la comida basándose en su aspecto exterior y no en su olor o tacto.
Más hambre
Los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señalan que el número de personas que pasan hambre en el mundo aumentó en 2008 en 40 millones a consecuencia del alza del precio de los alimentos.
En el siglo XXI se tendrá que crear una nueva dieta, más sostenible y que pueda alimentar a más gente de manera más equitativa y utilizando menos tierra Profesor Tim Lang |
Ello eleva el número de personas malnutridas en el planeta a 963 millones, una cifra que según la FAO podría incrementarse debido a la actual crisis económica mundial.
Según el Hafez Ghanem, director general adjunto de la FAO, "desde principios de 2008 los precios de los alimentos han bajado, aunque esta reducción no ha acabado con la crisis alimentaria en muchos países pobres".
"Los problemas estructurales del hambre, como la falta de acceso a tierra cultivable o a crédito, combinados con el elevado precio de los alimentos, siguen siendo una dura realidad".
El profesor Lang tiene claros los desafíos a los que se enfrentará en el futuro el sistema global de suministro de alimentos: "En el siglo XXI se tendrá que crear una nueva dieta, más sostenible y que pueda alimentar a más gente de manera más equitativa y utilizando menos tierra"
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