La crisis económica que todo lo arrasa parece haber pinchado en hueso con la lotería de Navidad. Pese a que sobre el país caen chuzos de punta, los españoles se han dejado en el sorteo que se celebra hoy 2.787 millones de euros (61,78 euros por habitante), una cifra muy similar a los 2.867 millones del año pasado. Este descenso del 2,79% es un poco más acusado en Catalunya, donde se han vendido 460 millones de euros (63,99 euros por habitante) tras bajar un 3,1%. La recaudación deja en fuera de juego a quienes vaticinaban una caída mayor de los ingresos, en consonancia con el frenazo del consumo en los últimos meses.
Y es que los españoles parecen creer más en la diosa Fortuna que en su propia economía. Esa fe en el azar ha llevado a muchas personas castigadas por la crisis a estrenarse este año como jugadores de lotería. El ejemplo de lo que ha sucedido en la administración más famosa de España, La Bruixa d'Or de Sort (Pallars Sobirà) es representativo de lo que ha ocurrido en todo el país. "Ha venido más gente, aunque el gasto por persona ha sido menor por la crisis", precisa su propietario, Xavier Gabriel. ¿Pero de dónde ha salido esa nueva clientela que ha permitido a La Bruixa igualar la recaudación de 110 millones de euros del año pasado? Como dice Gabriel, de los "jóvenes" y atribulados mileuristas que nunca se habían visto abocados a probar fortuna.
VOLUMEN RÉCORD
Todos esos novatos y debutantes deben saber que este año hay más dinero para repartir que nunca (2.320 millones de euros frente a los 2.201 del año pasado), que esto se debe a que se han emitido más billetes que nunca (195 series por número frente a las 185 del año anterior) y que el importe de la emisión (3.315 millones frente a 3.145) es más alta que nunca. Otra cosa es que no se haya podido colocar todo ese incremento de papel que, sin embargo, no ha alterado la cuantía del gordo (tres millones).
Los neófitos también deben saber que sus posibilidades de ganar realmente algo son muy bajas. Hay expertos que las cifran en un 5,68%, mientras que para llevarse el gordo la probabilidad es de una entre 16,5 millones. Casi una quimera. En cambio, se aproxima mucho a la certeza la hipótesis de perder todo el dinero invertido: hay un 85% de posibilidades.
Como el año pasado, los catalanes acuden a esta cita habiéndose gastado prácticamente lo mismo que los madrileños. Pero la tiranía de las matemáticas les dejan muy detrás en gasto por habitante, donde los 64 euros de los catalanes (66 el año pasado) se quedan muy chicos comparados con los 76 de los capitalinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario