MUMBAI, India (AP) - Las fuerzas de seguridad de India tomaron por asalto un centro judío en Mumbai, donde milicianos islámicos retendrían aún el viernes a un grupo de rehenes, en una operación que incluyó el descenso de soldados desde un helicóptero y el ataque de francotiradores sobre el edificio de cinco pisos.La operación ocurrió mientras soldados indios buscaban a sobrevivientes y milicianos ocultos, habitación por habitación, en dos hoteles de lujo, a más de un día de los ataques en el centro financiero de India por parte supuestos milicianos islámicos, que dejaron al menos 119 muertos.
Los ataques bien coordinados de parte de pequeños grupos armados empezaron el miércoles por la noche y causaron la conmoción general en la ciudad, pero las explosiones y disparos esporádicos redujeron su frecuencia durante la noche, lo cual indicaría que se encuentra próximo el final del sitio.
En la sede del grupo de activismo ultraortodoxo judío Chabad Lubavitch se inició el asalto militar poco después del amanecer, luego de una noche tensa en la que seis camiones con soldados tuvieron que ser traídos para rodear el edificio.
Francotiradores apostados en los edificios frente al centro iniciaron el ataque, con fuego continuo contra la instalación mientras al menos nueve soldados bajaban en cuerdas hasta el techo, desde un helicóptero de la fuerza aérea de India.
Las fuerzas de seguridad revisaron los edificios de los hoteles, centros de reunión de la elite de Mumbai, pero no hubo tiroteos ni explosiones. Los soldados pasaron buena parte del jueves sacando a los rehenes, huéspedes atrapados y cadáveres de los hoteles, en pequeños grupos, mientras los bomberos combatían los incendios causados durante la violencia, extiguiéndolos para el viernes.
Las autoridades del estado dijeron que 119 personas fallecieron y 288 más resultaron heridas en los ataques.
Los atacantes estaban bien preparados. Muchos portaban incluso paquetes con almendras, para tener energía durante el combate. Sus principales blancos parecían ser estadounidenses, británicos y judíos, aunque la mayor parte de los muertos eran al parecer indios y turistas extranjeros atrapados en el fuego cruzado.
Los atacantes, algunos de los cuales entraron tranquilamente en los centros atacados, vestidos de pantalones veraniegos y camisetas, iban preparados para un asedio.
"Tienen (fusiles automáticos) AK-47 y granadas. Tienen bolsas llenas de granadas y vinieron plenamente preparados", comentó el mayor general R.K. Hooda.
Ratan Tata, que administra la empresa propietaria del lujoso hotel Taj Mahal, dijo que al parecer examinaron con antelación sus objetivos.
"Parecían conocer el trazado de la oficina trasera, la cocina. La preparación fue muy minuciosa", indicó Tata en una conferencia de prensa.
El ministerio del interior del estado de Maharashtra dijo que docenas de rehenes habían sido liberados del hotel Oberoi y decenas más continuaban atrapadas en el interior. Más de 400 personas fueron sacadas del hotel Taj Mahal el jueves.
Las autoridades indicaron que dieron muerte a tres hombres armados en el Taj.
Se desconoce cuántas personas han sido tomadas como rehenes y cuántas permanecerían escondidas en los hoteles, además del número de cadáveres sin ser encontrados aún.
Un equipo de investigadores de Estados Unidos viaja camino a Mumbai, dijo un funcionario del Departamento de Estado la tarde del jueves, solicitando no ser identificado porque los gobiernos de ambas naciones continuaban finalizando los detalles del viaje. El funcionario se negó asimismo a identificar la agencia o agencias que aportaron miembros al grupo.
Hay en tanto informes contradictorios sobre los rehenes en el centro judío. Un diplomático que sigue de manera cercana el sitio dijo que había todavía rehenes ahí, aunque un funcionario indio dijo previamente que ocho ya habían sido liberados.
Ambas fuentes pidieron no ser identificadas al no estar autorizadas a hablar con los medios.
El jueves por la mañana, una mujer, un niño y un cocinero indio fueron sacados del edificio por la policía, dijo un testigo. El niño fue identificado como Moshe Holtzberg, de dos años, hijo del rabino Gavriel Noach Holtzberg, representante principal de la casa Chabad. El niño estaba ileso, pero sus ropas se encontraban manchadas de sangre.
La India ha registrado durante los últimos años repetidos ataques terroristas que se atribuye a milicianos musulmanes, aunque la mayoría de esos ataques fueron atentados dinamiteros coordinados contra centros concurridos: mercados, esquinas callejeras y parques.
Los ataques del miércoles por la noche fueron mucho más sofisticados y más audaces.
Comenzaron hacia las 9:20 de la noche cuando los supuestos islamistas dispararon indiscriminadamente en la estación ferroviaria de Chhatrapati Shivaji, una de las más concurridas del mundo. Durante las próximas dos horas se produjeron ataques cada 15 minutos _ el centro judío, un restaurante frecuentado por turistas, un hotel, luego otro, y dos ataques a hospitales. En total fueron 10 objetivos.
Por su parte, la alcaldesa de Madrid, Esperanza Aguirre, atrapada por las balas en el hotel Oberoi de Mumbai, dijo el jueves que no se percató de lo sucedido hasta que el personal del centro la sacó junto con varios miembros de su delegación, según la agencia de noticias española Europa Press.
Aguirre agregó que al salir del local perdió un zapato, se quedó descalza y pisó "bastantes charcos" de sangre.
Europa Press dijo que una vez en Madrid procedente de la India, la alcaldesa afirmó que la parte de la delegación que aún permanece Mumbai se encuentra bien y que diez de ellos _entre los que se encuentran la directora de comunicación de la Comunidad de Madrid, el fotógrafo de la presidenta y tres personas del equipo de comunicación, además de los presidentes de la Cámara de Comercio y del Centro Español de Investigaciones Militares _ se hallan resguardados en la casa del cónsul español y dos en un hotel.
Agregó que un tercer empresario español que no es miembro de la delegación madrileña sigue en la India y que los dos heridos españoles se encuentran "fuera de peligro".
Según EP, el canciller español Miguel Angel Moratinos dijo que los dos españoles que permanecen en el hotel están "tranquilos" en su habitación y esperan reunirse con los 108 que serán repatriados.
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