Somos mucho mas que playa, arena y sol
La Republica Dominicana por su clima, sus playas, sus paisajes y sus gentes, ha sido definida por algunos visitantes enamorados como un anticipo del paraíso. Cristóbal Colón cuando llegó a nuestras costas aquel atardecer de octubre de 1492 la definió como la tierra mas hermosa que ojos humanos hayan podido ver. Anualmente llegan millones de turistas de alrededor del mundo a disfrutar de nuestras playas, nuestra música y nuestros recursos naturales, incluyendo artistas famosos, presidentes de los países mas poderosos del mundo, empresarios, magnates, celebridades, etc. Mas de uno maravillado con la hermosura de esta tierra han adquirido propiedades privilegiadas en sitios exclusivos de esta medía isla. Entre ellos podríamos mencionar a Julio Iglesias, Donald Trump, Bill Clinton, entre otros. Celebridades, realezas, y archimillonarios han elegido a la Republica Dominicana para realizar sus bodas. Brad Pitt y Angelina Jolie, según información publicada en la revista británica Ok. Planean casarse durante la Pascua en República Dominicana, donde construyeron una casa en la provincia de Samaná, que será sede de la celebración. La pareja de Hollywood se enamoró de República Dominicana en un viaje reciente y ha decidido que ese es el mejor lugar para sus nupcias, afirma la publicación. El insigne intelectual y patriota puertorriqueño Eugenio Maria de Hostos antes de morir pidió ser sepultado en esta tierra, (lo que para nosotros los dominicanos sin lugar a dudas constituye un orgullo). Nuestros beisbolistas, para presunción nuestras, son famosos en las grandes ligas. Nuestra música, el Merengue, a traspasado la frontera nacional y se ha esparcido por gran parte del mundo. Pero lo que nos hace a nosotros los dominicanos especialmente felices no son todas esas cosas maravillosas que antes mencionamos. No son nuestras playas, nuestro clima, nuestra música, nuestros beisbolistas famosos, ni todas las celebridades que nos visitan, aunque todo eso está muy bien. Lo que nos hace a nosotros privilegiados, dichosos, bendecidos, honrados, agradecidos, y cualquier otro término fenomenal que a alguien se le ocurra, son nuestras mujeres. Dios, con toda su generosidad y creatividad, no pudo habernos dado una bendición más grande que la hermosura de nuestras hembras.
Por tantas bendiciones, te alabamos señor.
No somos blancos, no somos negros, no somos indígenas. ¡SOMOS DOMINICANOS!
¡QUE VIVA LA REPUBLICA DOMINICANA!
¡QUE VIVAN NUESTRAS MUJERES!
CHECK THIS OUT!
ADVERTENCIA:
Nuestras mujeres ni se venden ni se compran. Cualquiera que visite nuestro país con una actitud cordial y de buena voluntad, no solo encontrará la simpatía y el cariño de nuestra gente, sino que además encontrará amigos y la hospitalidad del pueblo mas alegre del mundo. Tenemos prostitución como en cualquier otra parte, pero los dominicanos de buena voluntad apreciamos y agradecemos el respeto hacia nuestras tradiciones, nuestras costumbres y nuestra cultura.
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