Nadie creería que aquí viven 22 millones de personas. Ciudad de México parece un pueblo fantasma. Circulan pocos automóviles. Los autobuses están vacíos, la Catedral sin misa, los cines cerrados, los partidos de fútbol sin público, las cárceles sin visitas, los restaurantes desiertos.
Es que los mexicanos se tomaron en serio la recomendación gubernamental de quedarse en casa ante la mortal epidemia de gripe porcina que ha dejado 103 víctimas fatales y más de 400 pacientes hospitalizados, de un total de 1.614 casos, según la últimas cifras divulgadas por el secretario de Salud, José Córdova. Por ello, el presidente, Felipe Calderón, hizo un llamado a la calma: "Es muy importante actuar rápido y actuar con seriedad, pero también es muy importante mantener la calma y colaborar con las autoridades e informar de los casos que se presenten".
Y en el Zócalo, el principal centro de reunión capitalino, grupos de militares han estado repartiendo mascarillas a las pocas personas que transitan por el lugar.
Estado de alerta
Por su parte, el Banco Mundial anunció que prestará US$205 millones al país latinoamericano para hacer frente a la epidemia.
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, informó este domingo que los bancos mexicanos están bien preparados para afrontar las presiones derivadas de la epidemia. A su juicio, no habrá daños estructurales a la economía, sino que se tratará de "efectos transitorios".
México se encuentra en estado de alerta desde el jueves en la noche, cuando las autoridades informaron sobre la aparición de un nuevo virus que fue contagiado desde los cerdos a los humanos. quick divorce El fin de semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que la gripe porcina tiene un potencial pandémico y estableció un comité internacional de emergencia para controlar la situación.
Estados Unidos declaró una "emergencia de salud pública" luego de que 20 personas fueran contagiadas con el virus, mientras que en países como España, Canadá, Nueva Zelanda e Inglaterra se han reportado casos sospechosos que permanecen bajo evaluación médica.
Medidas extraordinarias
Las autoridades mexicanas anunciaron medidas extraordinarias para evitar la propagación del virus.
El presidente Calderón emitió un decreto a través del cual otorga facultades especiales a la Secretaría de Salud para aislar a los afectados por el virus y permitir el ingreso de funcionarios a los hogares donde podría haber personas contagiadas.
Las clases en todos los establecimientos educacionales seguirán suspendidas hasta el próximo 6 de mayo para evitar que la epidemia se propague.
El Instituto Mexicano del Seguro Social informó que más de 43.000 niños quedarán sin guardería en el Distrito Federal, en el estado de México y en San Luis Potosí, las zonas más afectadas por la crisis sanitaria. Y a partir de este lunes quedarán suspendidas las actividades del Tribunal Superior de Justicia y de los juzgados. En los aeropuertos han aumentado las medidas de control sanitario, pero las actividades aéreas continúan funcionando con normalidad. El Comité de Seguridad Aeroportuaria informó que está en control permanente y que se encuentra en alerta para evaluar la necesidad de restringir vuelos desde y hacia México.