El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, pidió a la comunidad internacional y a Irán que se muestren más flexibles para lograr un acuerdo sobre el controvertido programa nuclear del gobierno de Mahmoud Ahmadinejad.
Amorim volvió a expresar su postura favorable a que Irán disponga de un programa nuclear con fines pacíficos. Para ello, el jefe de la diplomacia brasileña cree que debería reactivarse el plan para que Teherán obtenga uranio enriquecido de un tercer país.
Brasil incluso se mostró abierto a que se explore la posiblidad de que sea en su territorio donde se enriquezca el uranio destinado a los reactores iraníes y no en Francia o Rusia, como se había acordado en octubre pasado.
"Esperamos que se dé este acuerdo. Es importante y crea confianza entre Irán y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), pero como en cualquier otra negociación debería haber flexibilidad de todas las partes", dijo Amorim durante su visita a Teherán.
"Irán debería poder tener un programa nuclear pacífico y la comunidad internacional debería obtener garantías de que no habrá un desvío (de la tecnología nuclear) hacia objetivos militares", resumió Amorim.
Intercambio
El ahora congelado acuerdo de octubre consistitía en que Francia y Rusia se encargarían de enriquecer el uranio que posteriormente Irán emplearía en sus reactores. Con ello se intentaba evitar que el material fuera utilizado para fabricar armas.
El presidente Ahmadinejad se mostró en un primer momento favorable a la propuesta, pero con una serie de condiciones que ni Francia ni Rusia terminaron por aceptar.
El mandatario pretendía que el intercambio de uranio iraní enriquecido al 3,5% por el francés y ruso enriquecido al 20% fuera simultáneo y no se demorara los "cuatro o cinco meses" que las dos potencias tardarían en procesarlo. La exigencia fue rechazada por Francia y Rusia.
En febrero hubo un conato de reactivación del acuerdo, pero -como apuntó entonces el corresponsal de la BBC en Teherán, Jon Leyne- los intentos de acercamiento iraníes sólo despertaron sospechas de que eran un mero intento de evitar o dilatar las sanciones propuestas por EE.UU. contra Irán.
Ahora, el jefe de la diplomacia brasileña intenta desbloquear la situación ofreciendo su país para efectuar el intercambio.
Sanciones
El canciller de Brasil, país que ocupa un asiento temporal en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, también recordó que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva está empeñado en encontrar una salida negociada a la disputa y que se opone a imponer sanciones que terminen por aislar a Teherán.
Creemos que las sanciones son ineficientes. La única cosa que hacen es perjudicar a las personas, principalmente a las clases más bajas
Celso Amorim
"Creemos que las sanciones son ineficientes. La única cosa que hacen es perjudicar a las personas, principalmente a las clases más bajas", dijo.
"En la mayoría de las ocasiones, por algún motivo puede haber dudas y hasta sospechas, pero la postura de Brasil es que todas esas ambigüedades deben ser eliminadas", completó Amorim.
Sin embargo, con Estados Unidos como cabeza visible, diversas potencias occidentales defienden que Naciones Unidas sancione a Teherán por su programa nuclear.
También el presidente francés, Nicolás Sarkozy, ha hablado del peligro de que el desarrollo de la tecnología nuclear en Irán tenga fines militares y ha instado al Consejo de Seguridad a sancionar al gobierno de Ahmadinejad.
Por el contrario, además de Brasil, China y Rusia, países con poder de veto en el Consejo, no están convencidos de que la profundización de las sanciones sea la mejor manera de convencer a Teherán para que demuestre que su programa nuclear no tiene intenciones armamentistas.