La primera reunión entre Barack Obama y Hu Jintao en suelo chino fue una cena en la casa oficial de recepción de invitados del gobierno chino en Pekín.
A este encuentro "informal", le seguirá este martes una ronda de negociaciones oficiales entre los dos mantadatarios. DOMINICAN REPUBLIC LAW FIRM Pero la visita del presidente estadounidense al gigante asiático comenzó este domingo con un discurso ante cientos de estudiantes en el Museo de Ciencia y Tecnología de Shangai, quienes aprovecharon la oportunidad para hacerle preguntas al mandatario. Aunque el tono del discurso fue conciliador, Obama no eludió asuntos menos halagüeños para sus anfitriones, dicen los corresponsales.
El presidente recordó que todas las personas, no sólo los estadounidenses, merecen el respeto de sus derechos humanos. Resaltó, entre ellos, el derecho a la libertad de expresión, la libertad religiosa y el acceso a la información.
Obama se encuentra ya en Pekín, donde el mandatario chino Hu Jintao lo espera para cenar.
Su visita a Shangai, tras participar en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Singapur, daba comienzo a la última y más esperada etapa de una gira de ocho días por Asia.
Es la primera vez que Obama visita a China y lo hace en medio de tensiones comerciales entre las dos naciones. Sin embargo, en etapas anteriores de su viaje por la región el mandatario prometió estrechar los lazos entre Estados Unidos y el gigante asiático
Reunión supervisada
El corresponsal de la BBC en Shanghai, Chris Hogg, siguió de cerca las negociaciones entre el gobierno de Pekín y la Casa Blanca sobre cómo y dónde se retransmitiría este encuentro con los jóvenes. Las conversaciones duraron más de dos semanas, ya que este tipo de eventos suelen estar fuertemente controlados por las autoridades.
Obama ha ganado cierta popularidad en China en los últimos meses, aunque todavía hay recelos.
El 80% de los consultados en una encuesta creen que EE.UU. quiere evitar que el país asiático siga creciendo en poder económico e influencia.
Y la mitad de la población aún no tiene una opinión favorable al país gobernado por Obama.
Quentin Sommerville, corresponsal
Finalmente, la sesión de preguntas y respuestas sólo pudo verse a través de los canales locales, aunque Washington esperaba que pudiera transmitirse a todo el país. Además, la Casa Blanca retransmitió el encuentro a través de su sitio de internet.
Obama dijo que, si bien las relaciones entre Estados Unidos y China han enfrentado numerosos desafíos en los últimos 30 años, ambos países no estaban "predestinados a ser adversarios". El mandatario elogió los logros de Pekín en su esfuerzo por sacar a millones de personas de la pobreza.
Más tarde agregó: "Aunque Estados Unidos no pretende imponer su sistema de gobierno a otras naciones, creemos que los principios que defendemos no son exclusivamente nuestros".
Obama dijo que introducirá el debate sobre la situación de los derechos humanos en China, aunque no mencionó de qué casos hablará con Hu.
Se espera que el martes ambos discutan además sobre comercio, asuntos internacionales como los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, y los esfuerzos por combatir el cambio climático.
Imagen de EE.UU.
Obama busca mejorar la imagen de Estados Unidos en China. Una encuesta publicada recientemente en una revista china mostró que el 80% de los encuestados creen que Washington quiere evitar que el país asiático siga creciendo en poder económico e influencia.
Y la mitad de la población aún no tiene una opinión favorable al país gobernado por Obama.
El corresponsal de la BBC en Pekín, Quentin Sommerville, explicó que el presidente de Estados Unidos ha ganado popularidad en China en los últimos meses, aunque todavía hay recelos, especialmente cuando se trata de temas comerciales.
Una prohibición estadounidense a la importación de tuberías y neumáticos chinos ha sido fuertemente cuestionada por Pekín, que consideró esta medida como "proteccionista".
Además, China sigue culpando a Estados Unidos de ser responsable de la crisis financiera mundial y advirtió a Washington que debe ser más cuidadoso en el manejo de sus finanzas.
El gigante asiático es el mayor acreedor del mundo de deuda pública estadounidense, con US$800.000 millones en bonos.