Interpretando la "indignación" colectiva sobre el pago de bonos a los directivos de la aseguradora American Internacional Group (AIG), recientemente rescatada con dineros públicos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió bloquear esos pagos. El presidente Obama dijo sentirse "indignado" ante el anuncio de que AIG pagaría a sus ejecutivos unos US$165 millones en bonos y se preguntó "¿cómo justifican este escándalo a los contribuyentes que mantienen a flote esta compañía?". "Es difícil entender que los operadores de derivados en AIG se merezcan la más mínima bonificación, mucho menos pagos extras de US$165 millones de dólares", dijo Obama antes de presentar un plan de estímulo para la pequeña empresa desde la Casa Blanca. Tras la reflexión, el presidente pidió al Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, que use la influencia de gobierno en la compañía "y busque toda manera legal de bloquear esos bonos". El 80% de las acciones de la empresa pertencen al gobierno estadounidense, desde que en septiembre pasado fuera intervenida por el entonces presidente George W. Bush para evitar que su caída dañara al resto del sistema financiero. El gobierno intervino con un paquete de rescate a la aseguradora de US$180.000 millones, dinero proveniente de los contribuyentes en EE.UU. "Obligación contractual" Fuentes de la empresa han dicho que el pago de bonos es una "obligación contractual" contraída antes de que se presentaran los actuales problemas, por lo que no está claro cómo podría hacerse para que el gobierno impida su pago sin que AIG pueda incurrir en incumplimiento de contratos. El corresponsal de asuntos económicos de la BBC, Rodney Smith, dice que políticos, organizaciones de consumidores y ciudadanos comunes han reaccionado con indignación que dinero público vaya a manos de ejecutivos que fueron directamente responsables del casi total colapso de la empresa. Sin embargo, AIG dice que las consecuencias de no cubrir algunas de sus deudas con bancos extranjeros y no pagar las bonificaciones hubieran dañado más a la empresa. En efecto, además de los bonos a sus ejecutivos, la asediada aseguradora reveló que un número de bancos extranjeros recibió grandes sumas de dinero del paquete de emergencia que el gobierno de EE.UU. puso a su disposición. AIG reconoció haber pagado cerca de US$38.000 millones a sus acreedores extranjeros, incluyendo Société Générale de Francia, Deutsche Bank de Alemania, Baclays Bank del Reino Unido y UBS de Suiza. La aseguradora dice que está legalmente obligada a efectuar los pagos, aunque expresa haber acordado recortar lo que tiene destinado para este año en 30%. Entretanto, en Estados Unidos continúa el debate en torno a los vicios y las virtudes de rescatar las fallidas instituciones financieras, no importa su tamaño o importancia. Para muchos es evidente que si no se hubiera rescatado a AIG con dinero público, la empresa no estaría desembolsando bonificaciones ni pagos a bancos extranjeros. No obstante, Rodney Smith de la BBC dice que la decisión de apoyar a la aseguradora se tomó pensando en que el desplome hubiera destruido todo el sistema financiero. |
martes, 17 de marzo de 2009
Obama SE "indigna" C0N AIG
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