Obama gana en Wyoming y frena la euforia de Clinton
Tras las derrotas del pasado martes en Ohio, Tejas y Rhode Island, el senador Barack Obama se reencontró el sábado por la noche con la senda de la victoria al imponerse con claridad en el pequeño caucus de Wyoming. La victoria (61% de los votos por el 38% de Hillary Clinton) tiene un escaso botín en delegados (siete para Obama, cinco para Clinton) pero le sirve al candidato para frenar la euforia que se había instalado en la campaña de Clinton quien, como es habitual en las derrotas, presentó un 38% de los votos como una especie de hazaña por haber asumido previamente que en Wyoming no iban a lograr una victoria.En términos matemáticos, Obama lidera cómodamente la carrera demócrata por 1.378 delegados a 1.223. Si a estas cifras se le añaden los superdelegados que ya se han pronunciado (hay que tener en cuenta que pueden cambiar de opinión hasta el último momento de la convención del verano), Obama sigue siendo el líder aunque con una distancia menor (1.588 a 1.465). El próximo martes, Obama parte como favorito en la votación de Misisipi, a causa de la importante comunidad negra presente en este estado.
ARITMÉTICA DIFÍCIL
El problema para el senador es que la campaña ha esquivado la aritmética --una vez es matemáticamente imposible que ninguno de los dos logre en las urnas los 2.025 delegados necesarios si no se vuelve a votar en Michigan y Florida, y aún así sería muy improbable-- y se ha centrado en un cortejo político de los superdelegados. Y a la hora de convencer al establishment del Partido Demócrata los resultados son un elemento más a tener en cuenta, pero no el único.
La campaña de Clinton ha redactado un documento titulado El camino hacia la candidatura en el que destaca sus victorias en los grandes estados demócratas y en los que serán el campo de batalla con los republicanos en las elecciones de noviembre. La senadora también hace gala de su experiencia política y ha virado su campaña hacia la seguridad nacional, presentándose a sí misma como un comandante en jefe más de fiar que Obama, al que considera inexperto e incluso naíf. En este sentido, Clinton también se considera la mejor capacitada para enfrentarse al republicano John McCain, cuyo punto fuerte es la seguridad nacional.
TRABAJO PARA MCCAIN
El mensaje, sobre todo después de las victorias de Clinton en Tejas y Ohio, parece haber calado, por lo que Obama se encuentra a la defensiva a pesar de su liderazgo matemático. Por ello, Pensilvania será crucial el 22 de abril: para Clinton porque debe ganar más lo que ha ganado; para Obama porque debe vencer en un estado grande. Y mientras, muchas voces en el Partido Demócrata lamentan que la senadora le está haciendo el trabajo sucio a McCain.
No hay comentarios:
Publicar un comentario