Pero no podía haber una persona menos indicada para llenar el espacio del hombre que creó a uno de los personajes ficticios más emblemáticos y perdurables, que Sebastián Faulk.
De hecho él mismo se sorprendió cuando le pidieron hacerlo.
Después de todo su última novela "Human Traces" no es precisamente una historia de acción.
"Lo que la familia de Ian Fleming quería era un libro que conmemorara el centenario", explicó Faulk.
"Ellos no querían a un escritor convencional de novelas de misterio. Querían romper estereotipos".
"Mi último libro era una novela de 650 páginas sobre psiquiatría, que se desarrollaba en un manicomio. Fue una decisión difícil, pero creo que fue la correcta".
James Bond es conocido en el mundo como un galán, un héroe con clase y elegancia que personifica todo lo que se asocia con el glamour y la sofisticación.
"Ejercicio técnico"
Para hacer un homenaje al hombre que creó a 007, Faulk decidió que tenía que pensar como Fleming.
"Vi toda la situación como un ejercicio técnico", dijo Faulks.
"Yo escribí todo en seis semanas".
La trama de la nueva novela de James Bond es un secreto celosamente guardado. |
"Fleming solía escribir 2.000 palabras al día sin editarlas o reflexionar sobre ellas, sólo seguía escribiendo".
"Decidí que si quería alcanzar el ritmo que tenía Fleming para escribir las novelas eso era lo que tenía que hacer".
Como literato, Faulk está acostumbrado a dotar a sus personajes de una personalidad propia. Pero con Bond, eso implicó muchos problemas.
"También quise entrar en la cabeza de Bond para darle una vida interna, pero después me di cuenta de que no tenía vida propia".
"Había escenas en la cama en las que creía que podía mostrarlo como una persona analítica, pero era como estar en la recamara con un completo extraño. Eso me fue muy penoso".
"Devil May Care" inicia en 1967, año en donde la última novela de Bond terminó.
Sin embargo, la trama continúa siendo un secreto celosamente guardado.
Pero Faulk revela que su libro es una mezcla entre aventura y novela de espionaje que se desarrolla, en gran parte, en Medio Oriente.
"La historia se centra en el personaje malo, pero hay ramificaciones políticas", confesó Faulk.
"Alta fidelidad"
"Fleming era muy franco en sus prejuicios, cualquier cosa entre Marcella y Delhi, era visto con sospechas. Yo estaba muy contento de probar territorios que él siempre había evitado".
La mayoría de las personas conocen a Bond por sus grandes éxitos en el cine, pero Faulk asegura que no le fue difícil ignorar la personalidad del agente 007 en la pantalla grande.
El creador de James Bond, Ian Fleming, solía escribir 2.000 palabras al día. |
"He visto las películas, pero antes de escribir los libros leí las novelas de Fleming".
"No hubo omisiones. Me mantuve fiel a las ideas de Fleming porque pensaba como él, estaba en su cabeza".
Pero, ¿el Bond de Faulk será diferente al de Fleming?, en algunos momentos sí.
"Escribí situaciones en las que Bond bebia alcohol durante el desayuno, pero me estaba dando indigestión, así es que lo convencí de tomar sólo vinos de mesa".
Algunos lectores se sorprenderán de las situaciones de humor en algunos de los capítulos de la novela.
"Quería ser ingenioso pero sin exagerar", explicó el autor.
"Cuando se presentaran las situaciones cómicas, quería ser capaz de hacer a la gente reír. Pero no quería que el humor fuera tonto o torpe".
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