Garza, de 47 años, siguió los pasos del hombre más obeso del mundo, su compatriota Manuel Uribe, cuando declaró su problema de peso públicamente y acudió a la televisión para pedir ayuda.Uribe vive en las afueras de la ciudad de Monterrey y Garza vivía en el pueblo de Juárez, a una hora de distancia.Garza dijo que siempre había tenido problemas con su peso, pero que cayó en una profunda depresión y comenzó a comer en exceso hace nueve meses, después de que sus padres murieran por causas naturales apenas con dos semanas de diferencia. Garza había estado postrado en cama los últimos cuatro meses.
Su estado se deterioró el fin de semana, con dificultad para respirar y para comer. En su funeral los integrantes de su familia criticaron a las autoridades estatales por no transportarlo a un hospital antes de que entrara en estado crítico. "Si se hubiera dado el apoyo en el momento que se pidió, él todavía estaría con nosotros", dijo su hermano Pedro Garza. Los funcionarios estatales argumentaron que no podrían haber hecho más. "La atención que hubiera recibido en el hospital hubiera sido la misma que en su casa", dijo Julio César Cano, vocero del departamento de Salud del estado de Nuevo León. Cano agregó que transportar a un paciente de ese tamaño es muy difícil y una ambulancia no serviría. Uribe, cuyo peso de 560 kilogramos (1.230 libras) le valió un lugar en el libro de Récords Guinness del 2008, ha dicho que ha perdido unos 250 kilos (550 libras) siguiendo una dieta y también vive postrado. La tarde del viernes Uribe intentó ayudar a Garza enviándole frutas y un suplemento proteínico con su prometida Claudia Solis.Un mexicano de 450 kilos que suplicó públicamente ayuda para su problema de peso murió el martes.Un mexicano de 450 kilos que suplicó públicamente ayuda para su problema de peso murió el martes.
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