jueves, 16 de diciembre de 2010

Cumbre europea por el euro

Angela Merkel

Angela Merkel: cuestionamientos a su liderazgo. Con el euro contra las sogas, la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) en Bruselas discute este jueves y viernes la creación de un sistema permanente que permita ayudar a los países que utilizan el euro como moneda a enfrentar dificultades financieras.

La iniciativa corresponde a Alemania, que se ha visto en el centro de la tormenta por su conducta ambigua y vacilante frente a la crisis, según los críticos. Este jueves, la canciller Angela Merkel exhortó a los líderes europeos a cerrar filas en torno de los países de la eurozona. "En esta cumbre determinaremos qué reglas se aplicarán frente a crisis futuras. De esta manera mostraremos que ninguno de nosotros duda del euro. Los especuladores no tienen ninguna posibilidad de éxito. Haré todo lo que esté de mi parte para que el euro tenga éxito", dijo Merkel.

Es lo que le están reclamando otros dirigentes europeos y la misma oposición alemana, que en un debate parlamentario el miércoles criticó duramente a la canciller.

Hasta el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominque Strauss-Kahn, lanzó recientemente una velada advertencia a Alemania diciendo que la eurozona necesitaba una solución "coordinada y amplia". Alemania en la picota

Cuando estalló la primera crisis del euro con Grecia a principios de año, Alemania se demoró hasta mayo para finalmente respaldar el rescate conjunto de la UE y el FMI, y dar el visto bueno a la formación de un fondo de rescate de 750.000 millones de euros hasta 2013, para evitar el contagio de otras economías de la eurozona.

En Alemania, la oposición acusó el miércoles a Merkel de estar tan asustada de la prensa sensacionalista germana, opuesta a los rescates.

Las aguas del euro se calmaron, pero otra propuesta alemana en octubre, acordada con Francia, para que a partir de 2013 los inversores aceptaran pérdidas en caso de que los Estados no pudieran pagar sus deudas, provocó pánico en los mercados financieros y desató una segunda crisis que terminó con el reciente rescate de la República de Irlanda.

Ahora, el temor se centra en Portugal primero y España después, la cuarta economía de la eurozona.

El miércoles la agencia calificadora de riesgo Moody's anunció que está revisando la calificación de solvencia de la deuda española.

El fantasma de la crisis sistémica

En 2011, los países de la eurozona tienen vencimientos de deuda equivalentes a unos 560.000 millones de euros. Los vencimientos de España sus vencimientos ascienden a más de 45.000 millones de euros. En abril es el primer pago por 15.500 millones.

Euro

Euro: semanas dramáticas.

El Fondo de Rescate acordado en mayo sirve para economías pequeñas como Grecia, Irlanda o Portugal, pero no alcanzaría para España. El problema se agrava por la posibilidad de un efecto dominó por la interdependencia de la deuda soberana (de los Estados) y la salud de los bancos europeos.

Los bancos españoles están muy expuestos en Portugal, primer candidato a un rescate. A su vez, las entidades europeas son vulnerables a la deuda soberana y bancaria de España. Según el el Banco Internacional de Pagos, los bancos alemanes han prestado unos 30.000 millones de euros al Estado y unos 95.000 millones a los bancos españoles.

El riesgo de una crisis sistémica financiera está en el aire. "Una crisis en cadena del euro, con cesaciones de pagos en varios países y derrumbe bancario tendría peores repercusiones que la caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008", le dijo a BBC Mundo Robert Ward, director de predicciones globales de la Unidad de Inteligencia de la revista británica The Economist.

Mientras tanto en Bruselas... En Bruselas hay un consenso creciente de que la fórmula de rescate usada en 2010 para países de la eurozona no ha solucionado el problema de fondo.

Protestas en Irlanda

Irlanda: ¿será suficiente el rescate?

Pero no está claro cómo funcionaría un sistema de rescate permanente como el que está impulsando Alemania. Los problemas económicos y políticos de un mecanismo de esta naturaleza en medio de la era de austeridad fiscal que vive la UE son múltiples. La mayoría de los países están embarcados en fuertes ajustes fiscales. Los que no usan el euro, son renuentes a comprometerse financieramente con su rescate. La opinión pública europea, castigada por los ajustes, está dividida en torno de esta crisis.

En Alemania, la oposición acusó el miércoles a Merkel de estar tan asustada de la prensa sensacionalista germana, opuesta a los rescates, que está haciendo peligrar la estabilidad del euro. A pesar de estas dificultades, el fantasma de la crisis sistémica y la interdependencia económica de la UE obliga a sus miembros a buscar una salida.

Que la encuentren es otro cantar.

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