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Si bien el cáncer de mama constituye una de las principales preocupaciones de salud de las mujeres hoy, existen otras enfermedades, en este caso benignas, que pueden afectar los senos.
“Enfermedades de la mama hay muchísimas, o sea que la mujer, cuando se siente algo, no solamente debe pensar que es un cáncer, aunque si hay algo que le afecta la mama debe acudir inmediatamente al médico”, dice Amelia Rafaela Gutiérrez, ginecóloga obstetra del Centro Médico Corominas Pepín.
Entre las enfermedades benignas de los senos, la especialista cita el papiloma intraductal, el adenoma del pezón, los fibroadenomas, los tumores menores y la enfermedad fibroquística.
Aunque el autoexamen periódico de las mamas suele recomendarse generalmente como forma de descubrir a tiempo un cáncer, la sencilla costumbre de palpar y conocer bien su propio busto permite a la mujer detectar cambios que podrían indicar la presencia de alguna de las patologías mencionadas arriba.
“Es muy importante que la mujer, a la semana de menstruar, examine sus senos, sobre todo cuando se está bañando, que está enjabonada, ya que puede detectar si hay un nódulo o alguna masa”, explica Gutiérrez.
Claro que el diagnóstico corre por cuenta de los médicos y son ellos quienes, tras indicar los estudios de lugar, habrán de precisar si se está frente a una condición maligna (cáncer) o benigna.
Conciencia de la necesidad de prevención
La ginecóloga obstetra Amelia Rafaela Gutiérrez asevera que las dominicanas han adquirido gran conciencia sobre la necesidad de prevenir las diferentes enfermedades mamarias.
“Ya las pacientes cuando vienen donde uno a hacerse su chequeo habitual o su Papanicolaou, le piden que les chequeen las mamas”, comenta.
Como señala la profesional, existen patologías de la mama en las cuales no se desarrollan masas anormales y la mujer podría no detectarlas en su autoexamen periódico.
Enfermedades que afectan los senos Enfermedades que afectan los senos
La enfermedad fibroquística encabeza la lista de patologías benignas de los senos más frecuentes. Así lo informan la ginecóloga obstetra Amelia Rafaela Gutiérrez y el cirujano oncólogo José Enrique Arzeno Schulze, del Centro Médico Corominas Pepín.
Esta enfermedad se relaciona con los cambios hormonales. Por eso, según Arzeno Schulze, es común que la mujer se queje de dolor en los senos durante la menstruación o la ovulación. En cambio, “cuando la paciente está embarazada o lactando no hay dolor”, precisa.
Ese -el dolor- constituye el síntoma principal por el cual la mujer va a consulta en estos casos. En la enfermedad fibroquística no se presentan masas anormales, sino irregularidad en el tejido glandular. “Clínicamente se palpan zonas de mayor condensación”, explica Gutiérrez sobre esta “alteración vascular de la mama producida por los estrógenos”.
Para confirmar el diagnóstico de este problema, cuyo tratamiento es médico, no quirúrgico, el especialista indicará una mamografía o sonomamografía. Ante este mal, conviene no descuidarse. “Se dice que las pacientes que tienen enfermedades fibroquísticas que ocupan gran parte de la mama y que son de difícil tratamiento, pueden desarrollar con los años más fácil el cáncer que las que no las tienen”, advierte Arzeno Schulze.
Papiloma intraductal y adenomas
Una secreción sanguinolenta a través del pezón pone en alerta a los oncólogos. Este síntoma puede advertir el desarrollo de cáncer. En otras ocasiones, sin embargo, indica la presencia de una condición conocida como papiloma intraductal.
Sobre este problema, que aparece entre los 30 y los 50 años de edad, Gutiérrez dice que se trata de lesiones no palpables que se originan en los conductos galactóforos. En estos casos Se analiza una muestra de la secreción y, dependiendo del reporte, se practica una biopsia. Siempre que vemos sangre es peligroso”, asegura Arzeno Schulze. “Si es un papiloma benigno la única forma de demostrarlo es la cirugía”.
Los adenomas del pezón son neoformaciones benignas casi siempre unilaterales que aparecen en mujeres de entre 40 y 50 años. Son pequeños tumores o nódulos detectados por palpación.
“Los adenomas de la mama casi siempre son benignos”, señala Gutiérrez, quien cita también entre las enfermedades mamarias más frecuentes los fibroadenomas, tumores benignos de consistencia dura, forma esférica u ovoide y gran movilidad.
El fibroadenoma puede presentarse en la pubertad y en la adultez temprana. Es el tumor más común antes de la menopausia. De acuerdo con Arzeno Schulze, si es muy pequeño ñsu diámetro oscila entre dos y cuatro centímetros- se le da algo de tiempo bajo control sonográfico hasta que alcance un tamaño moderado y se le pueda extirpar mediante escisión.
Diagnóstico
Para evaluar los problemas de la mama se recurre a: sonomamografía, mamografía, citología punción-aspiración (con una aguja, se extrae líquido del quiste y se analiza en el laboratorio) y biopsia. “Con los nódulos (masas sólidas), se puede tomar una muestra para biopsia, pero si se sospecha de benignidad debemos ser conservadores y repetimos el estudio ñ sonomamografía o mamografíañ cada tres o seis meses y, si no hay cambios, se dejan tranquilos”, detalla el cirujano oncólogo.
LA LACTANCIA Y ENFERMEDAD MAMARIA
¿Pueden las enfermedades de los pechos interferir con la lactancia? Depende de la condición de que se trate.
La ginecóloga obstetra Amelia Rafaela Gutiérrez dice que una paciente con un lipoma (un tipo de tumor menor) puede dar el seno a sus hijos. Ahora bien, una mujer con papiloma intraductal, condición en la cual el síntoma principal es una secreción sanguinolenta, debería cohibirse de amamantar.
Otro caso se da con la madre que desarrolla una mastitis (infección e inflamación de un seno). En este caso se suspende la lactancia del lado afectado y se indica un tratamiento que, por supuesto, no afecte al bebé.
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