Hubo pánico infundado en ciertas regiones, algunos gobiernos y organismos actuaron con lentitud, otros exageraron la respuesta, pero en general quedó demostrado que el mundo está mejor preparado hoy que nunca para manejar una pandemia.
Quizás no es sostenible repartir antivirales a todos los contactos de casos confirmados. Estos son comentarios que publica la revista médica The Lancet en una serie de informes sobre la forma como se manejó la alerta causada por el brote de gripe porcina. El virus A/H1N1, que fuera de México y Estados Unidos causó sólo síntomas leves y similares a una gripe estacional, llegó a 20 países en cuatro continentes.
Y debido a que hubo evidencia de cadenas de transmisión en dos países de dos regiones del mundo -México y Estados Unidos (América) y España y el Reino Unido (Europa)- la Organización Mundial de la Salud decidió elevar a cinco su nivel de alerta por una eminente pandemia. El mundo supo por primera vez de la posible amenaza el 24 de abril, cuando la OMS emitió su primer alerta pública sobre un brote de influenza A.
Pero para entonces Estados unidos ya había confirmado 7 casos de influenza porcina.
Lentitud
En lo que titula "Informe mundial", The Lancet evalúa si la respuesta de las autoridades de salud dentro y fuera de México actuaron con suficiente prontitud ante el brote del nuevo virus.
Sólo podrá asegurarse una respuesta efectiva global poniendo en práctica respuestas nacionales apropiadas. Y hasta ahora algunas de estas respuestas nacionales han sido deficientes
The Lancet
"Aunque es difícil reconstruir la cronología de los eventos -dice el informe- la experiencia de México ha expuesto retrasos y fallas aparentes en los procedimientos para detectar brotes de enfermedades y poner en práctica las Regulaciones Internacionales de Salud". Los autores afirman que una empresa de consultoría en bioseguridad estadounidense, Veratect, alertó el 16 de abril a la Organización Panamericana de Salud (OPS) sobre una serie de informes de enfermedades respiratorias inusuales en varios estados de México. Según The Lancet, la OPS "confirmó que recibió esas alertas pero se defiende ante las críticas de que fue demasiado lenta para reaccionar".
La publicación cita al portavoz de la OPS, Daniel Epstein, quien negó que hubiera retrasos y afirmó que "un racimo de casos de influenza en un país no necesariamente tiene importancia internacional". Aunque en un principio las autoridades mexicanas también señalaron que la OPS debía haber actuado más rápido ante las alertas de brotes inusuales de influenza, el secretario de salud de ese país, José Ángel Córdova, descartó posteriormente que hubiera habido "contradicciones o dificultades" entre la OPS y su ministerio. Sin embargo, tal como dice el informe, la respuesta de México al brote también ha sido criticada En Brasil el encargado de la Agencia de Monitoreo de Salud cuestionó la "lenta respuesta" de las autoridades mexicanas cuando, según dijo, "desde marzo comenzaron a sonar las alarmas y sólo se informó a las agencias internacionales a mediados de abril".
El informe, sin embargo, elogia la forma como una vez que fue declarada la alerta de salud, el gobierno de México manejó la crisis estableciendo una serie de medidas en Ciudad de México para evitar la propagación del virus y campañas de información para concientizar al público sobre los síntomas y prevención de la infección. "Esto al parecer valió la pena. Un sondeo local mostró que 87% de los mexicanos conocían las medidas preventivas implementadas por el gobierno, y 84% pensaba que el gobierno había ofrecido información clara y suficiente sobre la pandemia" dice The Lancet.
Pánico infundado
En un comentario editorial, la publicación analiza la respuesta a la pandemia en otros países.
"En algunas regiones surgió el pánico: con la matanza de cientos de puercos en Egipto, la restricción del comercio porcino, la distribución indiscriminada de mascarillas, el uso de imágenes térmicas en aeropuertos".
Según The Lancet no hay evidencia que apoye la implementación de estas medidas, como tampoco de la decisión en China de poner en cuarentena a viajeros mexicanos.
En el Reino Unido, la publicación elogia la comunicación de las autoridades al público con el veloz lanzamiento de una campaña sobre influenza.
Pero los expertos cuestionan el manejo de los aspectos prácticos de la infección: qué muestras se deben tomar, que medio de cultivo se debe utilizar, a dónde enviar las muestras, cómo obtener medicamos antivirales.
En estos aspectos, dice The Lancet, "la comunicación con el personal de salud fue menos efectiva".
También se cuestiona la práctica de ofrecer el antiviral oseltamivir (Tamiflu) a toda la gente que tuvo contacto con alguno de los casos confirmados. Aunque las autoridades sanitarias recomiendan esta práctica, The Lancet cree que quizás no es una política "sostenible".
En un caso de pandemia, creen los expertos, ningún país tendría suficiente oseltamivir para prevenir y tratar la infección, así que quizás deberá analizarse la posibilidad de tomar un enfoque más selectivo.
The Lancet concluye que "aunque es tranquilizador el que exista un esfuerzo global en la lucha contra la influenza, es necesario poner más atención a nivel nacional para asegurarnos de que los que están en la línea del frente estén informados y reciban asesoría práctica.
"También es necesario establecer recomendaciones internacionales consistentes sobre viajes desde y hacia regiones afectadas.
"Sólo podrá asegurarse una respuesta efectiva global poniendo en práctica respuestas nacionales apropiadas. Y hasta ahora algunas de estas respuestas nacionales han sido deficientes" afirma The Lancet.
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