miércoles, 6 de agosto de 2008

Entre cuchillos y sangre, los niños

La Oficina del Comisionado del Trabajo del estado de Iowa reveló que al menos 57 niños trabajaban en el frigorífico donde el pasado 12 de mayo se produjo la redada de indocumentados más grande en la historia del país.

"En cada caso hay varias infracciones de las leyes del trabajo infantil", dijo el comisionado Dave Neil a través de un comunicado.

Las revelaciones son el resultado de la primera fase de una investigación que ha durado varios meses y que no está relacionada con el operativo que hicieron las autoridades migratorias en el lugar.

"Esta investigación sacó a la luz claras violaciones de prácticamente todos los aspectos de la legislación laboral infantil de Iowa", dijo Neil.

La lista de infracciones incluye menores trabajando en actividades prohibidas, sin permiso de trabajo, jornadas excesivas, exposición a sustancias peligrosas y uso de herramientas no permitidas, entre otras.

Las leyes estatales establecen que las violaciones a las leyes laborales sean procesadas por los fiscales del condado en el que se cometió la infracción.

Pero dada la gravedad de los hallazgos, el responsable de la seguridad laboral de Iowa le solicitó a la Oficina del Fiscal General del estado "que procese estos casos hasta las últimas instancias previstas en la ley".

"Perdidos"

Manifestación en Postville
Los menores contaron que los ponían a cortar carne y pollo sin darles ningún entrenamiento en seguridad.
La empresa Agriprocessors, propietaria del frigorífico dijo, también por medio de un comunicado, que está "desorientada" por las conclusiones del comisionado del trabajo, pues aseguran que siempre colaboraron con la investigación y le dieron acceso a los inspectores.

Agregan que el año pasado despidieron a cuatro trabajadores menores que habían suministrado documentos falsos para probar que tenían edad para trabajar.

Sin embargo, cuando se produjo la redada en mayo se informó de la detención de por lo menos un menor por parte de las autoridades migratorias, lo cual significa que aún había personas de menos de 18 años trabajando en la planta.

Agriprocessors, que vende casi toda la carne y el pollo "kosher" (sacrificados por el rito judío) que se consume en Estados Unidos, podría, de ser declarada culpable, tener que pagar una multa de entre US$500.000 y US$1.000.000.

Según las leyes del trabajo de Iowa, cada vez que se repite una infracción, se considera que se cometió una nueva infracción y por eso las multas son acumulativas.

Después de la redada, algunos de los menores de edad que trabajaban en la planta le contaron a la prensa local que los ponían a trabajar a cortar pollo y carne utilizando cuchillos afilados y sin darles ningún entrenamiento de seguridad.

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