El musical 'Spiderman' se convierte en el culebrón de Broadway El musical Spiderman. El regreso de la oscuridad, la obra más cara y técnicamente compleja que haya pasado nunca por Broadway, se ha convertido en el culebrón del invierno en la cartelera neoyorquina. Primero se retrasó su estreno oficial una y otra vez porque, entre otras cosas, Bono quería introducir cambios en la música; luego se han producido cuatro accidentes desde septiembre, durante los ensayos y las representaciones previas, el último de los cuáles, en la semana de Navidad, ha acabado con un actor hospitalizado. Ahora la prensa neoyorquina comienza a preguntarse si no son solo los actores los que están al borde del abismo, sino el propio espectáculo, cuyo futuro comienza a estar en tela de juicio.
Eso sí, la única buena noticia (por ahora) relacionada con Spiderman, cuya directora, Julie Taymor, es la responsable de uno de los grandes éxitos del musical, El rey León, se ha producido hoy: Christopher Tierney, de 31 años, el doble que se cayó durante la representación del lunes y tuvo que ser operado de la espalda, ha vuelto a caminar. Los medios estadounidenses señalan que mañana lunes le dirán cuando podrá abandonar el hospital. Su intención, según declaró su padre a la cadena CNN, es volver cuanto antes a las tablas."Este cuarto resbalón se produce poco después de que la directora Julie Taymor y los autores de la música, Bono y The Edge, hayan comenzado a trabajar en diferentes aspectos del espectáculo para hacerlo más coherente. ¿Podría ser esto el principio del fin del musical sobre el superhéroe?", se pregunta hoy "Si ocurre no sería el primer desastre en Broadway, pero sí sería el más caro, porque la producción ha costado 65 millones de dólares (unos 50 millones de euros)", prosigue Tucker.Las representaciones regresaron el jueves al Foxwoods Theather de Manhattan y los actores se ganaron una cerrada ovación (todos aquellos que lo han visto dicen que el espectáculo es impresionante). Pero solo han regresado después de que los inspectores del Ayuntamiento endureciesen las normas de seguridad tras una minuciosa inspección.
"Este es un lugar de trabajo", declaró el presidente del Comité de Seguridad Laboral, Rory Lancman. "Y no vamos a tolerar ningún atajo". Los responsables del espectáculo se han defendido asegurando que la seguridad es total y que el accidente del lunes, en una de las escenas finales, se debió a un fallo humano. En cualquier caso, han seguido todas las indicaciones del Ayuntamiento.
Aunque su estreno oficial estaba previsto para el 11 de diciembre, ya ha sufrido cuatro retrasos y, por ahora, está fijado para el 7 de febrero. Las llamadas previews -el espectáculo puede verse, a precios que van desde los 75 a los 150 dólares, pero en teoría son ensayos con público y, por lo tanto, no hay crítica- comenzaron el 28 de diciembre. "Creo que ha sido extraordinario. Broadway no volverá a ser lo mismo", dijo un joven espectador a la prensa, tras asistir a la primera representación autorizada tras el accidente.
En el rotativo Newsday, la crítica también se despacha a gusto. Aunque su crónica comienza aclarando que los críticos, en teoría, no deben hablar de ningún espectáculo hasta su estreno oficial, luego se lanza a la piscina. "Se están llevando a cabo cambios en la parte creativa y las normas de seguridad han tenido que ser replanteadas. Spiderman. El regreso de la oscuridad, el gigantesco espectáculo, se está comiendo más dinero y protagonizando más titulares que ningún otro acontecimiento que yo recuerde en la vida cultural neoyorquina". "El show debe ser seguro, pero tampoco puede dejar de transmitir una sensación de peligro. ¿Puede hacerse? El mundo entero, sin bromas, está observando", sentencia Winer.
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