lunes, 22 de junio de 2009

Irán en candela

La policía de Irán lanzó gases lacrimógenos contra una marcha opositora que, en desafío de los pedidos del gobierno, salió a las calles de Teherán a protestar por los resultados de las elecciones en las que el presidente Mahmoud Ahmadinejad resultó reelegido.

Esto ocurrió horas después de que el Consejo de Guardianes, órgano supervisor de las elecciones en Irán, reconociera que en los comicios se dieron irregularidades en 50 distritos electorales.

Durante la tarde de este lunes, un helicóptero de la policía pudo ser visto volando en círculos sobre el centro de Teherán.

Además, algunos miembros de las milicias Basij, que son utilizadas como fuerzas de seguridad callejeras, permanecían en grupos armados con palos, mientras que otros circulaban por los alrededores en motocicletas.

En calles laterales, en tanto, jóvenes manifestantes incendiaron contenedores de basura en lo que fue no sólo una protesta sino también un intento por disipar los gases lacrimógenos.

Además, la Guardia Revolucionaria -la fuerza militar más poderosa del país- advirtió en su página de internet a la oposición que no realice más marchas.

Sucesión de protestas

Tributo a Neda, joven muerta en Irán.

En Emiratos Árabes enciendieron velas en memoria de Neda, la joven muerta el pasado sábado.

El líder opositor Mir Hossein Mousavi recordó a sus seguidores que tienen derecho a protestar y rápidamente se organizó una nueva manifestación a través de sitios de internet como Twitter.

La joven Neda Agha-Soltan, quien murió el pasado sábado, se ha convertido en un ícono de muchas protestas opositoras dentro y fuera de irán. En diversos países se encendieron velas en su memoria.

Según le explicó su novio, Caspian Makan, al servicio de televisión persa de la BBC, "Neda estaba con su profesor de música en un automóvil en medio del tráfico", cerca de donde se llevaba a cabo una protesta.

"Estaba cansada y hacía mucho calor así que se bajó del automóvil por algunos minutos y fue en ese momento cuando pasó todo, cuando la mataron", relató Makan.

Ante el clima de tensión que se vive en la capital iraní, diversas representaciones diplomáticas comenzaron a adoptar medidas especiales.

Italia dio instrucciones a su embajada en Teherán para que proporcione ayuda humanitaria a los manifestantes heridos durante los enfrentamientos.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido informó que estaba evacuando a las familias del personal de la sede diplomática en Irán “hasta que mejore la situación”.

Un portavoz de la Casa Blanca dijo este lunes que el gobierno de Estados Unidos cree que "no se ha logrado justicia" en Irán tras las imágenes de violencia contra los que se manifestaron este fin de semana.

Robert Gibbs señaló que el presidente estadounidense, Barack Obama, está "conmovido" por las escenas divulgadas.

Obama reiteró en una entrevista de televisión que su país no debe involucrarse en las protestas post-electorales.

Irregularidades

Manifestante detenido por la policía iraní.

La policía detuvo este lunes a manifestantes que protestaban en las calles de Teherán.

En la mañana del lunes, el vocero del Consejo de Guardianes, Abbas Alí Kadkhodaei, reconoció que el número de votos depositados hace diez días en 50 ciudades sobrepasa el número de votantes registrados, aunque indicó que esto no alteraría el resultado global de las elecciones.

Según Kadkhodaei, incluso si las irregularidades afectaran a la totalidad de los votos de esas jurisdicciones, que suman un total de tres millones, la diferencia no sería suficiente para forzar una segunda vuelta.

En los comicios del 12 de junio, el actual presidente, Mahmmoud Ahmadinejad, resultó reelegido para un nuevo mandato de cuatro años, derrotando a otros cuatro contendientes.

La oposición se congregó en varias oportunidades en protesta por el presunto fraude y las manifestaciones derivaron en episodios de violencia que este fin de semana se cobraron la vida de al menos 10 personas. Además, alrededor de 450 manifestantes fueron detenidos.

Las autoridades del país islámico habían advertido en contra de nuevas marchas de protesta, y la policía y las fuerzas de élite del ejército tenían órdenes de abordar con "firmeza" a quienes desafiaran el mandato del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei.

Por otro lado, los medios internacionales han visto su labor periodística fuertemente restringida. El corresponsal de la BBC, Jon Leyne, fue expulsado del país. Algunos medios debieron cerrar sus oficinas en Teherán, al tiempo que algunas agencias han sido obligadas a reproducir únicamente el material suministrado por el gobierno.

Para Israel, es "una amenaza"

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se refirió a la situación iraní en una entrevista publicada por un diario alemán, asegurando que “este régimen no es sólo una amenaza para nuestra existencia, sino para los países árabes moderados, la seguridad de Europa y la paz en el mundo”.

En relación al supuesto fraude denunciado por los opositores del presidente Ahmadinejad, el premier israelí afirmó que las protestas “han hecho caer la máscara del régimen iraní”.

En ese sentido señaló que “es un régimen que oprime a su propio pueblo”.

Para Netanyahu, “no existe un conflicto entre los pueblos iraní e israelí”, según declaraciones publicadas en la edición digital del diario Bild.

En ese sentido, el premier consideró que “bajo otro régimen se podrían recuperar las relaciones pacíficas que ya existieron en el pasado”.

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