Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) encontraron este jueves al empresario de Texas, Allen Stanford, y le entregaron los detalles de la demanda civil que lo acusa de un fraude masivo de US$8.000 millones.
Además le fue solicitado su pasaporte. "Los alguaciles federales allanaron el martes la sede corporativa de Robert Allen Stanford en Texas, pero no pudieron entregarle los documentos relacionados con el caso, o confiscar su pasaporte, porque se desconocía su paradero", agregó. El paradero del multimillonario texano fue objeto de intensas especulaciones tras conocerse que no había respondido a la querella presentada el martes por la Comisión de Valores de EE.UU. (SEC, según sus siglas en inglés) que lo acusa de un "fraude masivo y continuo". Agentes del FBI lo encontraron sentado dentro de un automóvil en la ciudad de Fredericksburg, Virginia. "Nos sentimos complacidos y agradecidos con el señor de que esté vivo", señaló a la agencia Reuters su madrastra Billie Stanford, quien vive junto a James, el padre de Stanford, en Mexica, Texas. Departamento de Justicia Se desconoce cómo los agentes pudieron dar con su paradero, pero uno de sus socios señaló a los medios de comunicación que Stanford contactó esta semana al Departamento de Justicia de EE.UU. El FBI dijo que sus agentes no lo detuvieron porque todavía no se ha presentado una queja criminal y tampoco se ha emitido una orden de captura. Funcionarios del Departamento de Justicia, la entidad que maneja casos criminales, han señalado que están llevando a cabo su propia investigación. Los activos del banquero fueron congelados mientras varios gobiernos de América Latina y el Caribe tomaban medidas para proteger a individuos que invirtieron en el Stanford Group. El magnate de 58 años de edad es propietario de viviendas de lujo en EE.UU. y el Caribe. La querella de la SEC contra Stanford, presentada en Dallas, Texas, también incluye a dos colegas y tres empresas. Allanamientos Los agentes del FBI allanaron esta semana a oficinas de Stanford en Miami, Houston y otras ciudades.
El diario The Wall Street Journal informó el jueves que los fiscales federales investigan si Stanford llevó a cabo una estafa Ponzi, un fraude en el que se utiliza dinero de nuevos inversionistas para pagar ganancias. El diario The New York Times a su vez señaló que Stanford pagó multas a la SEC en 2007 por irregularidades en la capitalización de sus empresas. La SEC sostiene que Stanford vendió US$8.000 millones en certificados de depósito de forma fraudulenta, con tasas de interés muy por encima del promedio del mercado, a través de su sucursal de Antigua, Stanford International Bank Ltd (SIB). El escándalo de Stanford se suma al presunto fraude de US$50.000 millones del veterano de Wall Street, Bernard Madoff, y otros casos menores que han minado la confianza del público en los planes de inversiones. |
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