Mirar televisión, sin embargo, no cuenta. Por el contrario, pasar períodos largos de tiempo frente a la TV podría acelerar la pérdida de memoria, expresan los investigadores. El estudio, llevado a cabo en la Clínica Mayo, en Minnesota, Estados Unidos, será presentado durante la conferencia anual de la Academia Estadounidense de Neurología en abril. Los científicos compararon a casi 200 personas de entre 70 y 89 años con discapacidad cognitiva leve (o pérdida de memoria diagnosticada) con un grupo de 1.124 personas que no tenía discapacidades. La discapacidad cognitiva leve suele ser un estado entre el proceso normal de envejecimiento y discapacidades más graves de demencia o Alzheimer. A menudo este estado incluye problemas de memoria asociados con la enfermedad de Alzheimer, pero no muestra muchos de los otros síntomas asociados con demencia grave. Sin embargo, no todas las personas que sufren pérdida leve de memoria desarrollan Alzheimer. En el nuevo estudio, los voluntarios respondieron un cuestionario sobre sus actividades diarias durante el año previo y cuando tenían entre 50 y 65 años de edad. Mantenerse ocupados
Los que habían realizado esas mismas actividades en años posteriores, mostraron una reducción de entre 30% y 50% en el riesgo. También se encontró que aquéllos que habían mirado televisión durante menos de siete horas cada día mostraron 50% menos probabilidades de tener pérdida de memoria que los que habían pasado más de siete horas mirando la pantalla. "Este estudio es emocionante porque demuestra que envejecer no necesariamente debe ser un proceso pasivo", afirma el doctor Yonas Geda, neuropsiquiatra que dirigió el estudio. Según el científico, el estudio demuestra que simplemente con participar en ejercicios cognitivos podemos protegernos contra futuros problemas de memoria. Agrega, sin embargo, que estos resultados son preliminares. Recuerdos
"Por lo tanto, será necesario llevar a cabo más investigaciones para confirmar estos resultados", expresa el investigador. Actualmente se calcula que hay unas 24 millones de personas viviendo con demencia en el mundo, y cada año ocurren 4,6 millones de nuevos casos. Es por eso, afirman los expertos, que hay una necesidad urgente de encontrar formas para prevenir esta enfermedad. "Ejercitar el cerebro aprendiendo nuevas habilidades, o solucionando crucigramas o rompecabezas, y hasta aprender un idioma, puede ser divertido" afirma Sarah Day, de la Sociedad de Alzheimer en el Reino Unido. "Sin embargo, necesitamos llevar a cabo investigaciones en las que se sigue a los participantes durante períodos largos de tiempo para entender si este tipo de actividades puede reducir en realidad el riesgo de demencia", expresa la experta |
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