Una multitud silente y atenta contempló en la explanada del Capitolio en el centro de Washington las primeras palabras de Barack Obama como presidente de los EE.UU. Los más de dos millones de personas que desafiaron los vientos invernales en Washington para ser "testigos de la historia" se retiraron del lugar satisfechos por lo que escucharon y, quizá en buena medida, por lo que no escucharon. En el discurso inaugural de Obama estuvieron ausentes las referencias a la llamada guerra contra el terror y las preocupaciones sobre las amenazas a la seguridad nacional que caracterizaron al gobierno de George W. Bush. "En este día, nos reunimos porque hemos escogido la esperanza sobre el miedo, la unidad de propósito por sobre el conflicto y la discordia", empezó diciendo Obama en una alocución que dejó un sabor optimista en quienes le escucharon en directo.
"Nos dio esperanzas, por eso ves que todos estamos sonriendo", dijo a BBC Mundo Jessica Rylin, venida de Colorado para asistir al evento. "Nos inspiró, y eso que no somos estadounidenses", dijo a BBC Mundo, Tina Felten, una austríaca residenciada en Washington. Contra la realidad... optimismo Richard Clinton, experto del Departamento de Asuntos Políticos de la Universidad de Oregon, aseguró a BBC Mundo que el discurso fue "una pieza excelente para dar esperanza al público estadounidense" en momentos de crisis económica.
El problema para Obama es que "adelante" le queda una crisis económica en desarrollo y un país embarcado en dos guerras, polémicas y costosas. Pese a ello el nuevo presidente supo infundir esperanzas a los estadounidenses, quienes, según las últimas encuestas, le apoya en un 78%, la cifra más alta de presidente alguno en las últimas dos décadas. La economía primero En general, había complacencia por escuchar un estilo menos confrontacional que el del ya ex presidente George W. Bush. Pero como escribía recientemente en un artículo en el Washington Post, Kart Rove, quien fuera el principal asesor Bush, ahora le tocará a Obama darse cuenta que "gobernar no es como hacer campaña".
Pero el principal sin dudas, y el que más centra la atención de la opinión pública estadounidense, es la economía que "está muy debilitada, como consecuencia de la avaricia y la irresponsabilidad por parte de algunos", señaló Obama. Aunque también cuestionó "el fracaso colectivo en tomar las decisiones difíciles" en lo que muchos interpretaron como la voluntad de establecer un mayor control estatal sobre la marcha de la economía. Si bien eso podría complacer a los liberales que votaron por Obama, también podría ser una medida potencialmente impopular entre los conservadores estadounidenses y mucha gente de negocios. Menos "terrorismo" En sus palabras inaugurales no habló en detalle sobre cuál será la política que pondrá en marcha su gobierno, pero dejó la sensación de que la manera de administrar el estado va a ser diferente de la de su predecesor. El hecho de que Obama sólo se refiriera a la llamada "guerra contra el terror" sólo una vez y sin la belicosidad que caracterizaba a George W. Bush, marca ya una diferencia de estilo "Nuestro poder solo no nos puede proteger, ni nos da derecho a hacer lo que nos plazca", afirmó en lo que se interpreta como una crítica a la política exterior unilateral del gobierno republicano que invadió Irak en 2003, pese a que no contaba con el apoyo de las Naciones Unidas. Pero para el profesor Clinton esa única referencia al "terrorismo" fue el "único problema con el discurso": Se acabó la era Bush. "No puede llamarse una guerra, esto fue un error desde el principio. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 no fue un acto de guerra, fue un crimen internacional. Y usar la metáfora de la guerra fue un error tremendo". Según Clinton "sólo puede haber guerra entre naciones y no contra algo como el terrorismo, que es una metodología" A algunos puede preocuparles que el nuevo gobierno relaje a tal punto el control de seguridad que el país se haga nuevamente vulnerable a la acción de grupos extremistas. En su despedida oficial el pasado jueves, el ex presidente Bush aseguraba que la demostración de la efectividad de su política de seguridad se demostraba con que no hubieran habido nuevos atentados en territorio estadounidense. EEUU y el mundo El apoyo por el cambio político que representa Obama también se percibe fuera de las fronteras de los EE.UU. y quizá por eso, Obama parece querer aprovechar ese respaldo para cambiar la mala imagen internacional tiene el país.
"Para el mundo musulmán, buscamos una nueva vía de ahora en adelante, basado en el interés mutuo y en el respeto mutuo". La "unilateralidad" que caracterizó a la diplomacia estadounidense en los últimos años ayudó en mucho a deteriorar la imagen internacional de los EE.UU. como reconoció Obama. "A todos los pueblos y gobiernos que nos están viendo hoy, desde las mayores capitales al pequeño pueblo donde nació mi padre (Kenia): sepan que EE.UU. es un amigo de cada nación y cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad y que estamos listos para ser líderes una vez más", afirmó Obama. |
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