martes, 16 de diciembre de 2008

El que ronca quema más calorías


La gente con problemas respiratorios relacionados al sueño parece quemar más calorías cuando duerme, afirma una nueva investigación.

Persona durmiendo
Las personas con apnea severa quemaron 373 calorías adicionales.
Según el estudio publicado en Archives of Otolaryngology (Archivos de Otolaringología) de la Asociación Médica e Estados Unidos, entre más grave el trastorno más calorías quemadas.

Estos trastornos respiratorios incluyen ronquido, pausas respiratorias (llamada apnea) y otras condiciones en las que las vías respiratorias quedan parcial o completamente obstruidas durante el sueño.

Tal como señalan los investigadores de la Universidad de California, San Francisco, las personas que sufren apnea severa queman 373 calorías adicionales cada día, comparados con los que padecen apnea leve.

Al parecer, dicen los investigadores, esto se debe a cambios en el sistema nervioso.

Y las consecuencias se sienten durante el día, cuando las personas que sufren apnea de sueño sufren ansias de comer o demasiada pereza para hacer ejercicio.

Apnea y obesidad

Persona durmiendo
Se sabe que el apnea de sueño está vinculada a la obesidad, pero no es claro por qué.

Los investigadores estadounidenses midieron el número de calorías que 212 pacientes quemaban mientras dormían con un aparato llamado calorímetro, que registra el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono de la persona.

En promedio, dicen los autores, los voluntarios gastaron 1.763 calorías al día. Pero los que mostraron los síntomas más severos de apnea gastaron 1.999 calorías.

Y aquéllos con síntomas más leves quemaron en promedio 1.626 calorías.

Las calorías adicionales que queman las personas con apnea severa, dicen los autores, equivale al número de calorías que se queman durante una rutina vigorosa de ejercicio durante 30 minutos en el gimnasio.

Según los científicos, la causa podría ser que el sistema nervioso utiliza energía para responder a la pobre calidad de los patrones de sueño de los que roncan de forma pesada.

Sin embargo, tal como señalan los autores, esto no explica por qué ser obeso y tener apnea parecen coexistir a menudo.

Lo que se sabe, agregan, es que el trastorno de sueño a menudo resulta en fatiga y otras decrementos en las funciones diarias que pueden limitar la actividad física.

Los científicos subrayan que ahora tendrán que llevar a cabo más investigaciones para comprobar el efecto de los trastornos de respiración asociados al sueño en el peso corporal.

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