martes, 2 de diciembre de 2008

¿con Obama Más racismo?


Detenidos
Estos siete adolescentes están acusados del ataque a Marcelo Lucero.

Un grupo de organizaciones promotoras de los derechos civiles denunció esta semana que desde que Barack Obama ganó las elecciones, el pasado 4 de noviembre, se han incrementado los incidentes de odio contra los hispanos y otras minorías.

Las organizaciones aseguran que se han reportado "cientos de incidentes" en todo el país en los que ha habido abuso, intimidación o violencia motivados por la nacionalidad, la raza o las preferencias políticas de las víctimas.

El caso que ha tenido más repercusión fue el asesinato de Marcelo Lucero, un ecuatoriano de 37 años al que atacaron con puños patadas y un cuchillo un grupo de siete adolescentes que, según la policía, "habían decidido darle una paliza a un latino".

Uno de los atacantes, Jeffrey Conroy, fue acusado de homicidio por darle varias puñaladas a Lucero. Los otros seis enfrentan cargos menores. La causa ha sido catalogada como un delito de odio, que es como califica la justicia estadounidense a los delitos motivados por raza, religión, nacionalidad y preferencia sexual.

En otro incidente, una familia que respaldaba la candidatura de Barack Obama encontró varias cruces carbonizadas en el patio de su casa pocos días después de las elecciones.

Randy Blazak, de la Red de Investigación para los Delitos de Odio de la Universidad de Oregon, le dijo a BBC Mundo que "es muy posible" que estos incidentes hayan aumentado, pero advierte que "todavía es muy pronto para hablar de una tendencia estadística".

Frustración y racismo

El aumento de estos ataques coincide, según las organizaciones civiles, con un incremento en el ingreso de nuevos miembros a grupos que proclaman la superioridad de la raza blanca, como el Ku Klux Klan y otros.

Randy Blazak
El doctor Randy Blazak cree "muy probable" que haya más ataques, pero advierte que aún no se puede hablar de una tendencia.
Aparentemente, estos grupos están aprovechando la frustración por la crisis económica, el desempleo y la elección para reclutar a nuevos integrantes.

"Hay un número significativo de blancos en los Estados Unidos que están sumamente irritados por toda esta situación", le dijo a la agencia Reuters Mark Potok, del Southern Poverty Law Center, una organización que monitorea las actividades de los grupos de ultra-derecha.

El aumento en las afiliaciones a los grupos racistas podría estar impulsada también, según los estudiosos del fenómeno, por la retórica contra Barack Obama y los inmigrantes que ha sido difundida a través, especialmente, de diversos programas de radio.

¿Oportunismo?

Sin embargo, FAIR, una organización que, según su sitio en internet promueve "una reforma de las leyes de inmigración que sirva a nuestros intereses comunes", afirma que las denuncias que se están haciendo sobre ataques raciales "son parte de una estrategia muy calculada".

FAIR acusa al Concejo Nacional de la Raza y a otras organizaciones de "manipular los datos de los ataques contra los hispanos para desviar la atención sobre los verdaderos temas de inmigración que preocupan a los estadounidenses".

El año pasado el presidente George Bush impulsó en el Congreso una reforma de las leyes de inmigración que le hubiera abierto el camino a la ciudadanía a los 12 millones de indocumentados que se calcula que hay en el país.

La reforma fracasó en el Congreso, pero Barack Obama se ha comprometido a volver a retomar el tema durante sus primeros 12 meses de gobierno.

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