Chrysler necesita ahorrar todo el dinero posible mientras aguarda que el gobierno de Estados Unidos acuerde un plan para ayudar a la industria automotriz. Un paquete de rescate por US$14.000 millones no logró la aprobación del Senado la semana pasada, aumentando los temores de más pérdidas de empleos y el posible colapso de la industria. La compañía -una de las "Tres Grandes de Detroit", junto a Ford y GM- también necesita reducir su producción para acompañar la caída de la demanda en una economía en pleno proceso de desaceleración. Los concesionarios no han logrado vender automóviles ni siquiera a quienes deseaban comprarlos, básicamente debido a la dificultad para obtener préstamos. "A causa de la crisis financiera, el mercado automotriz continúa deprimido debido a la continua falta de crédito disponible para los potenciales compradores", afirmó Chrysler en un comunicado. Pérdida de empleos La empresa dejó abierta la posibilidad de extender la suspensión de la producción más allá del mes en caso de ser necesario. "Los empleados afectados por la medida no volverán al trabajo antes del 19 de enero", explicaron.
Por su parte, GM anunció hace una semana un recorte del 30% en su producción regional. Chrysler, Ford y General Motors advirtieron que podrían perderse millones de empleos si el gobierno no les facilita créditos blandos para apoyar a la industria. La Casa Blanca les respondió el martes pasado, señalando que debían estar preparados a hacer "concesiones" para conseguir un paquete de rescate. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario