martes, 9 de diciembre de 2008

Alas automotrices menos de la mitad y los directores cancelados

Menos plata y más dudas
Trabajadora en una planta de Chrysler en Michigan
Las automotrices dicen que colpasarán si no reciben ayuda estatal.
La bancada demócrata del Congreso de Estados Unidos propuso un paquete de rescate por menos de la mitad de lo que las tres grandes automotrices dicen que necesitan para sobrevivir, en un compromiso que tampoco está claro si logrará la aprobación de la Casa Blanca. En una entrevista concedida por el presidente George W. Bush a la cadena estadounidense ABC, el mandatario cuestionó la capacidad de GM, Ford y Chrysler -los llamados "Tres Grandes de Detroit"- de superar la crisis y adaptarse a los nuevos desafíos del mercado. "Viabilidad significa que todos los aspectos de las compañías deben ser reexaminados para asegurarnos de que son capaces de sobrevivir en el largo plazo". "Por un lado son empresas importantes, pero por el otro, simplemente no queremos echar dinero en saco roto", afirmó Bush. Las automotrices habían solicitado al Congreso un paquete de rescate por US$34.000 millones para evitar un "colapso catastrófico" de la industria automotriz estadounidense.

Dinero a regañadientes

La propuesta demócrata contempla una línea inmediata de créditos blandos por US$15.000 millones y asistencia futura sólo si determinadas condiciones de restructuración y competitividad son alcanzadas.

Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado de EE.UU.
Aunque no nos causa placer prestar el dinero de los contribuyentes a estas compañías, sabemos que debemos hacerlo.
Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado
Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, dijo que "esto no es un cheque en blanco o una esperanza ciega". "Lo que queremos es darle a la industria la posibilidad de que limpien la casa y retornen a una senda responsable de rentabilidad".

"El trabajo de millones de estadounidenses está en juego... y aunque no nos causa placer prestar el dinero de los contribuyentes a estas compañías, sabemos que debemos hacerlo", dijo Reid.

Los "Tres Grandes de Detroit" emplean directamente a unos 350.000 trabajadores, pero hay alredor de tres millones de empleos en el sector de autopartes y servicios vinculados a la industria automotriz.

A ajustarse el cinturón

Barney Frank, uno de los legisladores que encabeza las negociaciones por el rescate, aseguró que "US$15.000 millones es todo lo que podemos ofrecer, dada la amenaza del presidente de vetar cualquier otra cosa por encima de eso".


El plan de los demócratas es lograr que las automotrices se sostengan hasta marzo con ese dinero, y así dar tiempo al presidente electo Barack Obama a que se ocupe del problema una vez que asuma el 20 de enero próximo.

Según una copia de la propuesta obtenida por la agencia de noticias AFP, un veedor designado por el presidente supervisaría la reestructuración de las empresas, distribuiría la ayuda y reportaría al Congreso el progreso en el camino de la "viabilidad a largo plazo". Las fábricas deberán mejorar su oferta de automóviles eficientes en el consumo de combustibles y utilizar su capacidad ociosa para construir autobuses y vagones ferroviarios para transporte público. También tendrán que vender los aviones privados que utilizaban los ejecutivos de las compañías y establecer límites estrictos a las compensaciones a sus directivos.

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