martes, 11 de noviembre de 2008

Tras los bancos... ¿los autos?



Sede de General Motors en Detroit
General Motors anunció el viernes que despedirá a 5.500 trabajadores.

Miles de puestos de trabajo en Estados Unidos penden de un hilo ante el declive de los activos de General Motors (GM), una de las empresas automotrices más grandes del país.

Poco después de anunciar importantes recortes de plantilla y suspender su proceso de fusión con Chrysley, GM vio cómo el lunes sus acciones se precipitaban un 23%, algo nunca visto en los últimos 60 años.

Ante las crecientes preocupaciones sobre su estado de liquidez, analistas de Barclays Capita redujeron el lunes el precio objetivo de GM a un dólar por acción y los de Deutsche Bank a cero.

El Congreso estadounidense ya comenzó a movilizarse para garantizar la supervivencia de la industria automovilística con fondos procedentes del plan de rescate de US$700.000 millones.

Pero diversos analistas estiman que limitarse a inyectar dinero público poco podrá hacer para salvar a este grande del motor de una bancarrota, dado que las causas se deben más a problemas endémicos arrastrados en el sector durante años.

Lo que sí está claro que GM sólo tiene dos opciones, o acogerse al llamado Chapter 11 del código de bancarrota de EE.UU. y congelar sus pagos de deuda para protegerse de la insolvencia, o fusionarse con otra empresa.

Cualquiera de estas alternativas suponen la pérdida de miles de puestos de trabajo.

Acción inmediata

Brokers esperan cotización de General Motors en Wall Street el viernes.
La cotización de GM en bolsa cayó a niveles nunca vistos desde 1946.

Los títulos de GM cotizaban a US$3,36 al cierre de Wall Street el lunes, su nivel más bajo desde 1946.

Ese mismo día, el presidente electo, Barack Obama, urgía al mandatario norteamericano, George Bush, a que aplique un "urgente y más amplio plan económico" para salvar al sector automotriz.

La idea es que las industrias de Detroit (Michigan) como GM accedan a los fondos federales hasta ahora destinados a entidades financieras y empresas de seguros como AIG.

Pero según dijo a la BBC Peter Morici, economista de la Escuela Internacional de Negocios de la Universidad de Maryland y ex director económico de la Comisión Internacional de Comercio de EE.UU., quizás este tipo de ayudas "no sería recomendable".

"General Motors por ejemplo no tiene ningún plan claro para devolver cualquier tipo de ganancia. Por lo que si intentamos subsidiarla, podría terminar como la industria del acero y el carbón británicos" - es decir una sobreproducción frente a una falta de demanda-.

Tal como confirmó el propio consejero delegado de General Motors, Rick Wagoner, toda la industria automotriz estadounidense está sufriendo la fuerte bajada de las ventas, que según sus estimaciones se reducirá en 3 millones de vehículos en 2009.

Reflote no saldrá gratis

En los últimos años la industria del motor estadounidense viene arrastrando problemas endémicos, derivados de unos elevados costes laborales que han ido mermando su competitividad frente a sus rivales japoneses.

Al gobierno le recomendaría dar subsidios a los consumidores para adquirir vehículos energéticamente eficientes
Peter Morici, ex director de la Comisión Internacional de comercio de EE.UU:

"Los problemas son grandes" dijo Morici, "pero si vamos apelar al chapter-11, creo que la empresa emergerá con costos reducidos y estableciendo nuevos contratos laborales. Creo que funcionaría. Tuvimos bastante éxito reorganizando la industria del acero (estadounidense) en esta forma".

La medida se cobraría los puestos de trabajo de decenas de miles de personas, pero si se aplaza la decisión "podrían perderse más puestos de trabajo, porque cuanto más tiempo pasa más graves son los problemas de costes y más cuota de mercado se cede a los japoneses, que luego no se podrá recuperar", aclaró Morici.

¿Autos ecológicos subsidiados?

En este sentido, el economista recomendó que el gobierno centre su ayuda en crear un escenario que incentive la demanda, en el que cobrarían relevancia los vehículos de consumo energético eficiente o también llamado ecológicos.

Modelo de vehículo híbrido GMC Graphyte
Subsidiar al consumidor por la compra de vehículos de consumo eficiente podría ser un modo de reactivar la demanda.

El experto propone enfocar esta ayuda no directamente al sector sino subsidiando a los consumidores.

"Al gobierno le recomendaría dar subsidios a los consumidores para adquirir vehículos energéticamente eficientes", explicó.

De esta forma, crearían "escenarios para atraer a los consumidores a comprar este tipo de vehículos y permitiendo al sector venderlos a un mayor precio".

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