Se calcula una disminución de US$2.500 millones en remesas. |
Con la crisis económica que afecta a Estados Unidos, los mexicanos que han emigrado alli se han visto forzados a reducir la cantidad de dinero que mandan a sus familias en casa. En agosto se presentó un descenso del 12% en las remesas.
Esto constituye 4% más que las predicciones iniciales del Banco de México.
Sin embargo, el gobernador de ese banco, Guillermo Ortiz, asegura que la situación afectará "solo marginalmente el sistema financiero nacional" debido a los altos niveles de capitalización de los bancos.
Por su parte el secretario de Hacienda, Agustín Carstens calcula una disminución de US$2.500 millones en el ingreso anual de las remesas, lo que representa una reducción de 7% a 8% de los recursos que han convertido ese tipo de divisas en la segunda fuente de ingresos de la economía nacional.
Las remesas constituyen la segunda mayor fuente de divisas de México, después del petróleo. En su momento de mayor impacto -algunos años atrás- constituían más de 20 mil millones de dólares al año.
Otra visión
BBC Mundo conversó en Ciudad de México con la doctora Alicia Girón, académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, para quien la disminución de estos ingresos representa mucho más que dinero que dejará de llegar, sobre todo cuando se calcula que en promedio, una de cada cuatro familias recibe estos recursos y depende del envío de entre US$150 a US$300 al mes.
Girón anticipa que por la crisis "toda esta gente va a regresar a nuestro país, y en estos momentos México no tiene un programa de empleo para asegurarles un regreso más solvente".
México tendrá dificultades asimilando los migrantes que regresen. |
Advierte que habrá de registrarse a la vez un éxodo de centroamericanos y que muchos de ellos no van a regresar a sus países de origen, sino que se quedarán en México.
La investigadora universitaria pronostica que este tipo de migrantes "caerán en redes de trabajo informales o de violencia y delincuencia organizada que existen en México".
El impacto emocional
Para la economista, la reducción que vivirán las familias es lamentable, sobre todo cuando se recuerda que hace 20 ó 30 años no había tantos mexicanos trabajando en los Estados Unidos y explica que "el hecho de que un familiar regrese sin empleo, o de que envíe menos dinero, es visto como un fracaso personal.
"Esto afecta muchísimo a las familias psicológicamente", afirma la investigadora, a la vez que compara el momento actual con lo que se vivió en la crisis de 1929-1930, cuando muchos de los mexicanos, que trabajaban en los Estados Unidos, regresaron a México.
Michoacán, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Puebla, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, se perfilan como los estados mexicanos que sufrirán con más crudeza la caída de las remesas.
Es por eso que la doctora Girón cree que "las familias mexicanas y centroamericanas que van a recibir menos ingresos de sus familiares de Estados Unidos van a reducir su consumo, a la vez que van a tratar de recurrir a los microcréditos que la mayoría de las veces no se aplican en proyectos productivos, sino para útiles escolares o para mejorar un poco el salón de belleza o el puesto de periódicos", concluyó la investigadora.
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